"La percepción del fútbol se ha transformado"
2 de julio de 2010En cada mundial las selecciones son evaluadas no sólo por su actuación y eficiencia, sino también por su comportamiento como deportistas según el principio de "fair play", por la imagen del país y la simpatía que genera en el exterior. Con la globalización son muchas las consideraciones que convierten a tal o cual selección en la favorita ante los ojos de los aficionados. Tomemos el caso de Brasil. Un aficionado brasileño aseguró tras el partido frente a Holanda en Berlín que se alegra de que su país no haya ganado el duelo. "Brasil es una potencia que está en todas partes, promete resolver los problemas energéticos del mundo, se entromete en el conflicto en el Medio Oriente, va a ser sede del Mundial de Fútbol en el 2014, de los Juegos Olímpicos en el 2016, no necesitamos otra copa mundial, la derrota le hace bien al país para que vuelva a poner los pies sobre la realidad", dice. Sus consideraciones no fueron en función del partido mismo.
Un congreso universitario en Berlín intentó arrojar luz a la investigación sobre la historia del fútbol y cómo es percibido hoy en día como fenómeno de masas. "La historia del fútbol no es ningún tema nuevo, pero se ha profesionalizado durante los últimos 20 años. Sobre todo en América Latina fue donde se hicieron las primeras aproximaciones al fútbol desde áreas como la literatura y la ciencia", afirma el historiador Stefan Rinke, del Instituto Latinoamericano de la Universidad Libre de Berlín, en donde tuvo lugar el encuentro en el que participaron especialistas de distintas universidades alemanas.
Simpatías más allá del fútbol
El experto señala que más allá de que la técnica ha evolucionado y el juego se ha vuelto más rápido, más inventivo y se ha llenado de trucos, lo que más ha cambiado es el contexto en el que tiene lugar el deporte del balón. Como ejemplo cita que tras la crisis en la que estuvo sumergido el fútbol alemán en los años 80, cuando el rating de la Bundesliga iba en picada, todo cambió de golpe con el empuje de la comercialización, la profesionalización y el negocio en torno al deporte. "También la globalización convirtió al fútbol en un espectáculo global que empezó a generar recursos sin precedentes y con ello se produjo una nueva percepción entre los aficionados", indica.
Hace poco la televisión alemana mostraba cómo en la India hay muchos hinchas que apuestan por el triunfo de Argentina. En Alemania, en cambio, muchos aficionados brincaron de júbilo cuando México metió un tanto en el pasado duelo frente a Argentina. Un aficionado español se quejaba, tras el partido de Alemania contra Inglaterra, de la arrogancia de los hinchas alemanes a los que veía sacar a flote un nacionalismo exacerbado.
Los aficionados tienen simpatías por los países y eso no necesariamente responde a la actuación futbolística de los jugadores. Incluso puede depender de su postura política. Un aficionado alemán, que se quejaba también de las manifestaciones nacionalistas de sus compatriotas decía que su favorita para ganar la copa era Ghana, la única selección africana que pasó a cuartos de final en Sudáfrica.
Lo que importa es el rating
Lo que ha hecho posible esa percepción simultánea y global son las transmisiones en vivo. Stefan Rinke señala que la comercialización es lo que ha transformado los horarios en los que tienen lugar los partidos. "Se deciden en función de que en Europa puedan ser vistos, sin importar si en México, por ejemplo, los jugadores tienen que salir a jugar en medio de un calor sofocante. El experto señala que más que un estilo en el fútbol que diferencie a regiones como Europa y América Latina, las diferencias se perciben de selección a selección y en ello juegan un papel fundamental los entrenadores.
Si antes en el fútbol brasileño los jugadores casi bailaban en la cancha, ahora, destaca Rinke, con el entrenador Carlos Dunga han mostrado un estilo con el que no se les identifica con el fútbol brasileño.
"A Maradona nada le hicieron las críticas en Argentina antes de la clasificación al Mundial, sigue siendo un mito y un santo secular. Renació como entrenador pero dudo que se mantenga en el cargo si pierde el partido con Alemania", dice Rinke y destaca que mucho dependerá de la suerte. El experto recuerda durante su último viaje a Argentina las vírgenes y los santos que colgaban de los camerinos de los jugadores. Muy probablemente en el juego de este sábado serán invocados todos los santos y serán usados todo tipo de talismanes, de eso no se salvará ni el seleccionador alemán. Según Rinke, "eso muestra que somos seres humanos con limitantes. Sobre todo cuando dos selecciones con fuertes cualidades se enfrentan, el desenlace final lo define la suerte".
Autora: Eva Usi
Editora: Emilia Rojas