La pelota está en el campo de Merkel
19 de septiembre de 2005
Angela Merkel sigue siendo la candidata cristianodemócrata a la cancillería, por ahora. Por increíble que suene esta frase, ésta refleja el frágil estado interno del partido cristianodemócrata alemán y el débil respaldo de los barones regionales del CDU/CSU. Las críticas contra la persona y la dirección de Merkel ya se expresan sotto voce.
Sobrevivir en el peligro
Consciente de su vulnerabilidad, Angela Merkel expondrá su jefatura de partido a una votación extraordinaria con el fin de asegurar por voto interno su posición tras las elecciones parlamentarias. A veces es mejor tomar primero la iniciativa, sobre todo cuando se quiere sobrevivir en una alberca en donde acecha el peligro.
Las críticas expresas a Angela Merkel en el seno de su partido son sólo cuestión de tiempo, acaso de horas. Ya el líder socialcristiano Edmund Stoiber ha dejado entrever que si el candidato hubiera sido un bávaro el resultado hubiera sido mejor. Lo que parece empero, haber olvidado es que él mismo, bávaro perteneciente a la casta socialdemócrata cristiana, perdió las elecciones en 2002 cuando se enfrentó al "aún" canciller Gerhard Schröder.
Merkel: ¿dispuesta a todo?
Sea como sea, la "casi" canciller declaró las votaciones como "un éxito, aunque no perfecto". El partido CDU logró, según su jefa, 450 mil votos más que el partido de Schröder. Junto con su socio liberal, preferido para una coalición, habrían obtenido 1,2 millones votos más.
Con la convicción de que "somos ahora la mayoría en el parlamento", Merkel empezó a sondear las probables combinaciones para una coalición.La líder cristianodemócrata es la única de todos los jefes políticos de la contienda que no ha descartado ninguna posiblidad, excepto la de cooperar con la nueva Izquierda.
El primero que tira la toalla
Para Merkel las cosas han cambiado de rojo a oscuro en pocas horas. Su controvertido experto en finanzas, el profesor Paul Kirchhof, habría tirado la toalla en las últimas horas. Aunque esto relaje un poco los nervios de la aspirante a la cancillería, en verdad se trata de otra derrota personal. Kirchhof asustó a no pocos electores con sus intenciones de ejecutar radicales reformas financieras.
En definitiva, Merkel ha asumido el volante del carrusel de coaliciones que promete rodar por los más sinuosos paisajes. Sobra advertir que hay que ajustarse muy bien el cinturón. El viaje no será un paseo pero muy divertido.