La pasión por coleccionar libros en Latinoamérica, España y Alemania
Son muchos los bibliófilos, ya fuesen individuos u organizaciones, que durante años e incluso décadas se han dedicado a alimentar bibliotecas privadas como muestra de su devoción por los libros y la lectura.
La joya literaria de Santander
Marcelino Menéndez Pelayo fue uno de los grandes intelectuales de la historia de España y cultivó diferentes disciplinas: la escritura, la filosofía, la filología... Nació y murió en Santander, en el norte del país ibérico. Precisamente en esa ciudad se encuentra hoy una biblioteca en su honor que nació a partir de su colección privada, aunque hoy tiene un fondo de 42.000 volúmenes.
La biblioteca de Gabriela Mistral sigue viva
Ubicado en la ciudad de Vicuña, ciudad de nacimiento de Gabriela Mistral, este centro conmemora la vida y obra de la poetisa chilena, primera mujer iberoamericana en ganar el Premio Nobel de Literatura. El museo incluye también una biblioteca con 2.000 libros, la mayoría pertenecientes a la colección personal de la escritora.
La pasión de Gabo por los libros
Este mural pintado por los artistas "Guache" y "Gaia" en las paredes de la Biblioteca Nacional de Colombia conmemoran la magia narrativa de "Cien años de soledad", la novela más conocida de Gabriel García Márquez. El Nobel de Literatura no solo era un escritor excepcional, sino también un ávido lector. En su casa en Ciudad de México tenía una biblioteca personal con cerca de 5.000 libros.
El Ateneo de Madrid, refugio de libros
El Ateneo de Madrid es una institución cultural privada ubicada en la capital de España y fundada en 1835. Muchos de los grandes intelectuales españoles han estado vinculados a su actividad cultural, historiográfica y política. La colección de su biblioteca privada abarca multitud de áreas de conocimiento y varios idiomas, y es especialmente rica en obras del siglo XIX y comienzos del XX.
Karl Lagerfeld, icónico diseñador y ferviente bibliófilo
El difunto diseñador alemán Karl Lagerfeld es considerado una de las figuras más influyentes en la moda de la segunda mitad del siglo XX. Lo que no todo el mundo sabe es que también era un verdadero bibliómano: se dice que compraba entre 30 y 40 libros al día. Su colección personal, repartida entre siete viviendas que hacían las veces de biblioteca, sumaba en torno a los 300.000 volúmenes.
La primera biblioteca pública de América
El obispo español Juan de Palafox y Mendoza donó su colección personal de 5.000 obras para fundar en 1646 una biblioteca en Puebla, México. Su única condición fue que pudiera consultarla todo el que quisiera estudiar, no solo ecesiásticos y seminaristas. Hoy la Biblioteca Palafoxiana es considerada por la UNESCO parte del Programa Memoria del Mundo y alberga unos 45.000 libros.