La muerte de Gadafi abre nueva era en Libia
20 de octubre de 2011“La muerte del derrocado líder libio es el punto decisivo de transición en el país del norte de África. Se trata de un día que marca un paso histórico para Libia, pero el camino para el pueblo libio será difícil y tendrá numerosos desafíos”, dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, quien exhortó a la unidad al pueblo libio señalando que "ha llegado el momento de la reconstrucción y de la curación”.
Las enormes expectativas de la población de seis millones de habitantes, liberada definitivamente del yugo del dictador, representan el mayor desafío, según analistas, para las nuevas autoridades aglutinadas en torno al Consejo Nacional de Transición.
Papel de Europa
La Unión Europea exhortó a una amplia reconciliación en Libia tras la muerte del derrocado líder. “Las noticias sobre la muerte de Gadafi marcan el fin de una era de despotismo y represión que han sufrido los libios durante demasiado tiempo”, indicaron en un comunicado el presidente del Consejo Europeo, Hermann van Rompuy y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
Por su parte la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, prometió a Libia el apoyo del bloque comuntario para la construcción de una sociedad democrática. “La UE seguirá siendo en el futuro un socio fuerte y confiable”, afirmó Ashton en un comunicado difundido en Bruselas.
La UE ha proporcionado a Libia ayuda humanitaria por un valor de 156 millones de euros, a los que se suman fondos para la estabilización del país estimados en unos 85 millones de euros.
Los ojos del mundo puestos en Libia
Mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que el fallecimiento de Gadafi deja libre el camino para un nuevo comienzo pacífico en el país, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, dijo que la liberación de Sirte debe señalar el comienzo de un proceso acordado por el Consejo Nacional de Transición para establecer un sistema democrático en el que todos los grupos en el país tengan su lugar y donde las libertades fundamentales estén garantizadas.
El primer ministro británico, David Cameron, rindió un tributo a la valentía de los libios que liberaron a su país y subrayó que ahora es importante recordar a las víctimas del régimen. La ministra española de Relaciones Exteriores, Trinidad Jiménez, hizo hincapie en que ahora son los libios quienes deben decidir su futuro tras la muerte del ex-líder.
Fin a la cultura del abuso
La organización Amnistía Internacional exhortó a los nuevos líderes libios a romper con la cultura del abuso perpetuada durante el régimen del coronel. La organización instó a las nuevas autoridades a llevar a cabo una reforma en los derechos humanos, urgente en Libia, y llevar ante la Justicia a los responsables de violaciones.
“La muerte del coronel Gadafi no debe ser vista por sus víctimas en como si se hubiera hecho plena justicia. Numerosos oficiales libios acusados de crímenes y violaciones a los derechos humanos durante y antes de la revuelta popular, incluyendo la tristemente célebre masacre ocurrida en la prisión de Salim en 1996, deben ser investigados", afirmó Amnistía Internacional.
"Así desaparece la gloria del mundo"
En Roma, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, antiguo aliado de Gadafi, dijo que la noticia apunta al final de la guerra en Libia. “Sic transit gloria mundi” (Así desaparece la gloria del mundo) dijo Berlusconi. En 2008, Gadafi y Berlusconi firmaron un controvertido acuerdo según el cual Italia se comprometía a compensar a Libia con 5.000 millones de dólares por las tres décadas de colonialismo italiano. A cambio Gadafi aceptó frenar el flujo de emigrantes ilegales.
También el Vaticano se pronunció a favor de una rápida transición ordenada en Libia. “Espero que este acontecimiento conduzca a un futuro de concordia y paz”, dijo el arzobispo Tomaso Caputo, embajador del Papa en Libia.
Temor ante guerra de guerrillas
En Moscú, el gobierno ruso manifestó su esperanza por que la paz llegue a Libia después de la muerte de Gadafi. El presidente ruso, Dmitri Medvédev, instó a los líderes del Consejo Nacional de Transición y las diversas tribus asentadas en el país al norte de África a alcanzar un acuerdo sobre el futuro gobierno. “Libia debe convertirse en un Estado democrático moderno”, dijo Medvédev, durante una reunión con el primer ministro holandés, Mark Rutte.
Desde Moscú se escucharon voces críticas. El enviado especial de Merdvédev, Mijail Marguelov, quien viajó varias veces a la Libia, señaló que la muerte de Gadafi no cambiará radicalmente la situación en el país. Marguelov consideró que es posible que la guerra de guerrillas continúe tras la muerte de Gadafi. Aunque Rusia exigía, al igual que otras naciones occidentales, la renuncia de Gadafi, criticó los bombardeos de la OTAN contra tropas fieles al régimen.
Autora: Eva Usi/ Reuters/ Dpa/ Kna/ Afp
Editora: Emilia Rojas