La manzana de la discordia
3 de noviembre de 2003Desde el punto de vista personal, las relaciones entre el primer ministro español, José María Aznar, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, son amistosas. Durante la última reunión bilateral realizada en el mes de octubre también en Berlín, incluso disfrutaron juntos de un juego de la Eurocopa y un buen tinto, según se pudo leer en el protocolo oficial del Gobierno español. El ambiente ideal para fomentar las relaciones. Justamente de este tipo de impulsos requieren las relaciones germano-españolas, tomando en cuenta que desde el punto de vista político ambos gobiernos se distancian bastante en ciertas cuestiones.
España fue aliado constante de Estados Unidos en la guerra de Irak; Alemania, como es sabido, uno de los mayores opositores a la intervención militar. Oficialmente, Schröder y Aznar, han superado el pleito en torno a Irak. Sin embargo, las tensiones continúan. Todavía a mediados del mes de septiembre, los españoles mostraron enojo, cuando Schröder recibió en Berlín al presidente francés Jaques Chirac y al primer ministro británico, Tony Blair, pero no a Aznar.
Razones de justicia
Pero la manzana de discordia entre Berlín y Madrid ha dejado de ser por el momento Irak. En la mira está ahora la repartición de votos en una Unión Europea (UE) ampliada. Según el borrador de la futura Constitución de la UE, en el reparto de los votos no sólo se tomará en cuenta el número de países sino el tamaño de su población. Esto representaría una ventaja para los países grandes como Alemania y Francia. España y Polonia se oponen estrictamente a esta regulación.
La semana pasada el canciller alemán reforzó su postura: el borrador no debe ser modificado, por lo menos no en este punto. El canciller Schröder indicó que la propuesta es justa, después de todo sería difícil explicar por qué 82 millones de alemanes deben contar con el mismo número de votos que 40 millones de personas de otro país. Se trata, en palabras de Schröder, de hacer justicia. Los representantes de la Unión Europea deberán alcanzar un acuerdo sobre el tema a más tardar en el mes de diciembre. Interesante será observar el resultado que se obtenga al respecto en la 18. consulta bilateral germano-española.
Último encuentro oficial
Otros temas, no menos escabrosos, a tratarse durante los dos días que durará el encuentro entre los mandatarios, son la política de defensa y seguridad de la Unión Europea y asuntos financieros. Se trata del último encuentro oficial entre Aznar y Schröder, pues el primer ministro español no postulará para las elecciones generales del año entrante en España. Se aguarda con interés los resultados de las consultaciones, que esta vez no contarán con ambientación atmosférica, por lo menos no de la Eurocopa que suele jugarse siempre los miércoles, y hoy es lunes.