La lucha inevitable de José Antonio Abreu

A través de las exitosas experiencias de la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar y de la Orquesta Juvenil Teresa Carreño, "el Sistema" de Abreu ha destacado como una nueva filosofía de aprendizaje musical, que destaca el compromiso con el desarrollo social. Abreu es patrocinador de Honor del Festival de Beethoven 2010. Deutsche Welle habló con el.

¿Cómo surgió la idea inicial de su movimiento de educación musical?

Impulsamos la educación musical a partir de una nueva modalidad: la práctica orquestal diaria como una manera de acelerar el aprendizaje y proporcionar una base comunitaria de acción. Trabajar juntos debe producir un significado que trascienda el hecho musical, la orquesta se debe convertir en una auténtica comunidad inspirada en un propósito muy noble: la concertación al orquestar el esfuerzo, el trabajo, el estudio y los logros.

Se estudia en búsqueda de un objetivo práctico. En primer lugar, dominar el repertorio más exigente, por tanto es un propósito ascendente, constructivo y capaz de vincularse con otras comunidades musicales, de su misma ciudad o de otros sitios, de manera que se estimula también el carácter nacionalista de los jóvenes.

Finalmente la ambición de lograr contacto con otros países, a partir de allí viene nuestra conexión con Bonn. Participar en la vida musical de esta ciudad y especialmente en el Festival Beethoven, fue para nosotros casi una meta olímpica, afortunadamente lo logramos y sirvió para que la Orquesta se vinculara con otras instituciones, como la Filarmónica de Berlín o la Casa de Beethoven.

Nuestra orquesta tiene su corazón en Bonn Ahora una segunda generación de un promedio de 15 años de edad, la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño, se presentará el próximo 28 de septiembre y así se inicia una segunda etapa en esta larga y compleja relación.

¿Cuál es el cambio social que usted estima se ha logrado en su país con estas orquestas?

Lo dicen estudios que se han hecho sobre el impacto social del sistema de orquestas. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha fundado su apoyo al sistema en el resultado de investigaciones que demuestran que los miembros de la orquesta mejoran considerablemente su rendimiento escolar.

Entre más pobre y marginal es una comunidad, más importante resulta el funcionamiento de la orquesta. Hay poblaciones donde la única oportunidad para los jóvenes de trascender la educación formal y acceder a un nivel superior de estudio estético es precisamente la orquesta. Nuestro gran humanista Andrés Bello, destacó la importancia de la formación estética como fundamento de la formación ética.

Nuestro sistema demuestra que la formación artística puede ser componente prioritario de la educación, y que los resultados del esfuerzo son palpables y medibles en todos los términos que determinan la calidad del desarrollo social del país.

Imprimir desde la más tierna infancia los ideales de conciencia de solidaridad y de comunidad, motivación al logro colectivo y trascendencia de la formación estética en la construcción moral del país, es un deber fundamental y siembra la semilla más luminosa para la formación de una sociedad humanística. Ése era el ideal de Beethoven, el tema del Festival de este año tiene que ver con la utopía y la libertad y el ejemplo de Beethoven es de la utopía vivida, no sólo soñada.

¿Cómo se convoca a jóvenes y niños en condiciones de pobreza o extrema pobreza a participar en orquestas?

Nuestro lema es "Tocar y luchar". Tenemos que prepararnos para dar la batalla todos los días y templar el ánimo para que nuestros jóvenes profesores y directores asuman también la responsabilidad de ser líderes sociales, les corresponde no dejarse intimidar por las dificultades propias de nuestro medio, deben superarlas con fe y con constancia.

Ello supone una organización social del sistema por encima de la organización musical. En primer lugar se debe organizar a las familias para que defiendan a los muchachos, luego organizar a toda la comunidad para garantizar el derecho de los niños y jóvenes a estudiar. En tercer lugar, la participación del estado, que debe asumir su responsabilidad de apoyo.

Esta lucha supone constancia y tenacidad, pero es inevitable.

Autor: Vinicio Chacón
Editor: Claudia Herrera Pahl