Alemania escéptica ante la Liga de Naciones
29 de marzo de 2014
El fútbol europeo tendrá a partir de 2018 un nuevo torneo de selecciones que será conocido como la Liga de Naciones. Así lo decidió la UEFA, que determinó también que todos los países miembros (54) participarán en esta competencia divididos en cuatro divisiones, de acuerdo a su nivel deportivo, en cada una de las cuales habrá tres o cuatro grupos. En la Liga de Naciones se luchará por el título y también por el descenso y ascenso de categorías.
El escepticismo alemán
Pese a que la decisión de la UEFA se tomó por unanimidad, Alemania no perdió la oportunidad para expresar su escepticismo. “No tengo por qué ocultarlo: tanto la Federación Alemana de Fútbol, DFB, como yo personalmente, manifestamos nuestras dudas con respecto a la Liga de Naciones. Ha sido un largo proceso para llegar hasta aquí, y aún así nuestro escepticismo no ha desaparecido. La mayoría de las federaciones quería introducir cambios, y eso es algo que tenemos que respetar y aceptar”, comentó el presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach.
Otros voceros del fútbol alemán fueron menos recatados y abiertamente hablaron de su descontento. Uno de ellos fue Reinhard Rauball, presidente de la DFL, máxima organización de la Bundesliga, quien dijo: “Esa competencia será una carga adicional para los clubes y los jugadores, lo que no es razonable. Especialmente en materia de acoplamiento de los calendarios de las ligas y las selecciones, es necesaria una mutua cooperación y no deberían tomarse decisiones aceleradas. Por eso nos sorprendió que el tema se abordara sin previo aviso”.
Y es que en Alemania la mayor preocupación radica en los mecanismos que se adoptarán para insertar el plan de competencia de la Liga de Naciones en un calendario ya bastante saturado con citas futbolísticas de selecciones y clubes. “Tengo temor que el fútbol termine corriendo peligro al transformarse en un producto inflacionario. Un torneo más fomentará el canibalismo, y los clubes, que son los que invierten en los jugadores, tendrán cada vez menos de ellos”, fue la crítica del gerente del Leverkusen, Michael Schade.
Su posición fue respaldada por varios de sus colegas de la Bundesliga. Klaus Allofs, del Wolfsburgo, habló del riesgo de un contraproducente “empalago” de fútbol, en el que a los jugadores no les quedará tiempo para recuperarse, algo que su club “no ve con buenos ojos”. El presidente del Hamburgo, Carl Jarchow, sentenció que “el calendario está lleno, no se necesitan más torneos”, y el dirigente del Bremen Willi Lemke advirtió que “hay que andarse con cuidado para que los intereses de la selección y los clubes no terminen en un choque”.
Buscando lo positivo
La UEFA todavía no ha ultimado los detalles logísticos de la Liga de Naciones, pero ha dejado en claro que las fechas de los partidos serán adicionales a las ya existentes: las eliminatorias a la Eurocopa y al Mundial. En principio, según lo anunciado, la nueva competencia se disputará en las escasas jornadas destinadas a los partidos amistosos de las selecciones de Europa.
“Siempre queremos enfrentar a las mejores selecciones del mundo fuera de la Eurocopa y los Mundiales. Si esto nos lo garantiza la Liga de Naciones, entonces desde la perspectiva deportiva podemos aceptar la decisión”, saludó el seleccionador alemán Joachim Löw la novedad.
Y es que Alemania será uno de los países que más se beneficie del nuevo torneo, porque estará en la División A de Europa, enfrentando a los mejores equipos del continente. Ello significa máxima exigencia ante rivales fuertes de su federación, aunque -como también dijo Löw- hay una sombra, pues “también deseamos jugar contra equipos de diferentes lugares del mundo, lo cual se va a tornar ahora muy difícil”.
El Bayern, por su parte, ha recibido la Liga de Naciones con los brazos abiertos. Karl Heinz Rummenigge, directivo del club alemán y presidente de la Asociación de Clubes Europeos (ECA), donde se agrupan los 214 equipos más poderosos del Viejo Continente, dijo: “Un aspecto positivo en este nuevo concepto es que nuestros jugadores ya no tendrán que viajar alrededor del mundo para enfrentar partidos amistosos. Además, tampoco me preocupa el futuro de la Champions League y la Liga de Europa; esos son nuestros productos más importantes y continuarán floreciendo”.
Rummenigge también se mostró comprensivo sobre la necesidad de apoyar con la Liga de Naciones a las federaciones más pequeñas de Europa en su propósito de mercadear mejor el fútbol de sus selecciones, para las cuales los partidos amistosos son difíciles de explotar financieramente.
Este argumento, sin embargo, es tema de discusión en Alemania, donde se recuerda que de acuerdo a los planes de la UEFA, las selecciones más chicas y débiles competirán en la División D de la Liga de Naciones. Allí se verá un enfrentamiento entre Moldavia y Gibraltar, que tampoco se hace más atractivo en el marco de un nuevo torneo continental.