“La Ley de Ajuste Cubano es un anacronismo”
1 de diciembre de 2015Los miles de cubanos que han volado a Ecuador para luego ponerse en marcha hacia Estados Unidos, tomando “los caminos verdes”, y la negativa del Gobierno de Nicaragua a dejarlos seguir su camino, aduciendo razones de “seguridad nacional”, han creado una crisis humanitaria en Colombia, Panamá y Costa Rica. Esto inquieta a Honduras, Guatemala y México, que de por sí son países de tránsito para quienes buscan fortuna al norte del Río Bravo. De ahí que Latinoamérica mire expectante hacia Washington y La Habana.
El diálogo bianual sobre migración que Estados Unidos y Cuba sostienen desde hace dos décadas culminó este lunes (30.11.2015) sin avance aparente en la materia. Los delegados de la Antilla Mayor exigieron la anulación de una ley y un programa que, a sus ojos, estimulan la emigración ilegal, insegura y desordenada de cubanos, y privan a la isla de recursos humanos que le son vitales. Los emisarios de la Casa Blanca se negaron a hacerlo, alegando que esa medida sólo atizaría aún más el éxodo que se registra en Cuba. Choque frontal.
Acercamiento accidentado
¿Cabe temer por la normalización de las relaciones entre la isla más grande del Caribe y el “gigante del norte”? “Este impasse tiene el potencial de convertirse en un estorbo si no se desactivan ciertos detonadores. Uno de ellos es el papel jugado hasta ahora por Nicaragua, cuyo Gobierno intenta apoyar la posición cubana y lucirse como aliado de La Habana al cerrarle sus fronteras a los migrantes cubanos”, comenta Günther Maihold, especialista en asuntos latinoamericanos de la Fundación Ciencia y Política (SWP) de Berlín.
Bert Hoffmann, del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA), disiente: “Esta crisis no es sino un efecto de la Ley de Ajuste Cubano y será resuelta en las próximas semanas; yo no creo que sea un obstáculo para el acercamiento bilateral. El problema de fondo continúa siendo la normativa en cuestión. Su vigencia ha dejado de tener sentido. Esa ley se promulgó cuando los emigrantes cubanos eran percibidos en Estados Unidos como refugiados que huían de una dictadura y los que se quedaban en la isla, como prisioneros de un régimen que no los dejaba salir ”, explica el investigador.
Emigrar, ¿ahora o nunca?
“Actualmente, la regulación migratoria de la isla permite que muchos de sus habitantes viajen al extranjero. Hasta los voceros de exiliados cubanos ultraconservadores han admitido que la Ley de Ajuste Cubano es un anacronismo. Estados Unidos está buscando la forma de derogarla porque, mientras siga en vigor, será causa de conflictos entre La Habana y Washington”, agrega Hoffmann, confirmando la intuición que ha llevado a una multitud de cubanos a asumir grandes riesgos para poner pies en suelo estadounidense.
La ley aludida le augura facilidades para radicarse y trabajar en Estados Unidos a todo ciudadano cubano que pise su territorio. Pero, ¿no se supone que la aproximación diplomática entre ambos países contribuirá a mejorar sustancialmente la calidad de vida en la isla? ¿Por qué quieren emigrar tantos cubanos justo ahora? “Algunos se niegan a creer que vaya a haber mejorías, otros piensan que esos cambios se van a dar a muy largo plazo y otros dudan que el reacercamiento prospere si un Donald Trump llega al poder”, apunta Maihold.
El dilema de Obama
“En cualquiera de los casos, muchos temen que se vean restringidas sus posibilidades de reencontrarse con sus seres queridos en Estados Unidos. Los dos países harían bien en ofrecer información conjuntamente para disipar la inseguridad que está atizando el éxodo cubano”, dice el especialista del SWP. Maihold lamenta que ciertos sectores del establishment cubano estén imponiendo su voluntad y haciendo que La Habana recurra a “esquemas de confrontación del pasado” para persuadir a Washington de abolir la ley.
A juicio de Maihold, esa decisión no es nada fácil para el presidente Barack Obama. “Ese es un dilema político para Obama porque, si anula la ley, todavía se expone a ser acusado de no tomarse en serio las violaciones de derechos humanos que siguen teniendo lugar en la isla. Y es que la carrera por la presidencia de Estados Unidos apenas está comenzando. Ese no es el contexto ideal para conducir una discusión razonable ni sobre la Ley de Ajuste Cubano ni sobre el levantamiento del embargo en torno a la isla”, opina el experto del SWP.