La guerra del tabaco
9 de diciembre de 2006"Se nada sucede a nivel federal, nosotros tendremos que actuar", aseguró la ministra de Salud de Berlín, Katrin Lompscher. La funcionaria se pronunció por reglamentaciones claras que impidan fumar en sitios como hospitales y otros edificios públicos.
El Ministerio Social de Hesse afirmó por su parte que, "dado el súbito cambio de rumbo por parte de la federación", la situación de la controvertida ley se ha modificado. "El gobierno de Hesse se abocará en modificar la legislación estatal, para lograr cambios lo antes posible", se dijo en dicho ministerio.
La resistencia se extiende
En el estado de Renania-Palatinado, las voces no fueron menos críticas. El Ministerio Social de esa entidad manifestó por medio de la vocera Beate Fasbender que "hubiéramos deseado otro tipo de actitud por parte de la federación" en el tema de la norma antitabaco. En la ciudad-estado de Hamburgo y en el estado de Sajonia se habla también de planes concretos para sacar adelante una norma que restrinja aún más los espacios para los fumadores.
En el centro del debate está el modelo, que muchos esperaban ver promovido a nivel federal, mediante el cual quedaría prohibido fumar en restaurantes y otros sitios públicos. Fue sorpresiva para muchos la negativa del gobierno federal a seguir adelante con estos planes; incluso, se habló de que tal retroceso ponía en peligro la calidad democrática de Alemania, país en el cual son especialmente poderosos los grupos de interés que cabildean a favor de las empresas tabacaleras.
Iniciativas estatales
La impresión fue doblemente negativa, puesto que ya algunas demarcaciones como la ciudad-estado de Bremen y el estado de Sajonia-Anhalt habían emitido legislaciones que prohibirán fumar, a partir del próximo 1 de enero, en hospitales, edificios públicos, jardines de niños, escuelas y curatorios, así como en ancianatos. Se habla ya de que los estados alemanes conformarán un frente común para lograr que la legislación sea promovida a nivel federal.
El estado de Renania del Norte-Westfalia ha ido más allá. Además de prohibir el tabaquismo en sitios como los descritos, las autoridades de ese estado pretenden traspasar la frontera más escabrosa, al prohibir que se fume en restaurantes. La única excepción serían los bares, y su variante alemana, los Kneipen.
Tema europeo
El tema es mucho menos banal de lo que parece. Políticos alemanes han alertado que si el gobierno federal no es capaz de lograr un acuerdo que abarque a todo el país, podría sentarse un precedente peligroso para toda Europa. "Una armonización de las normas a nivel europeo sería difícil de imaginar si Alemania permite que se practiquen diferentes criterios en cada estado", dijo Rudolf Henke, vicepresidente de la Unión Cristianodemócrata en Renania del Norte-Westfalia.
La crisis podría profundizarse aún más el miércoles próximo, cuando el gobierno federal formalice su propuesta para prohibir el tabaquismo solamente en los recintos de jurisdicción federal. Lo que parece seguro es que, de una manera u otra, los espacios para fumar serán cada vez más estrechos.