La “guerra del pepino”
30 de mayo de 2011Publicidad
La mujer tiene 91 años y es la siguiente víctima mortal de EHEC, lo que hace elevar los casos la infección con fallecimiento en Alemania a por lo menos 11. Las autoridades sanitarias del país recomiendan a la población evitar el pánico, pero también seguir estrictamente las recomendaciones del Instituto Robert Koch, encargado con la tarea de investigar la curiosa virulencia con la que ataca la bacteria. No comer lechuga, pepinos ni tomates crudos es lo que actualmente aconseja el centro. Dónde reside el origen de este brote sigue siendo el gran misterio.
¿España o Alemania?
Hasta nueva orden prohibirá Bélgica la importación de pepinos españoles. En la ingestión de este producto parece residir el nexo de unión entre los enfermos de EHEC. Ya de por sí a los mercados belgas no llegan pepinos con este sello de origen desde el pasado invierno, recordó la ministra de Agricultura del país centroeuropeo, Sabine Laurelle, “por lo que nuestros consumidores pueden estar tranquilos”.
El golpe a la imagen de un Estado miembro exportador de tanta hortaliza como es España está siendo duro. Por eso, los españoles no dejan de poner una pregunta clave sobre la mesa: ¿por qué la enfermedad sólo afecta a Alemania, cuando ellos comercian con todo el continente, y por qué se propaga sólo desde tierra germana? Madrid no descarta exigir responsabilidades al Gobierno alemán, y considera “irresponsable” el modo en que se está procediendo con respecto a este asunto.
Sobre todo dos empresas, una de Málaga y otra de Almería, están en el punto de mira de las sospechas. “Nos hemos convertido en chivos expiatorios”, se quejó el gerente de una de ellas. Los españoles insisten en que la contaminación llegó a los pepinos en el mercado de Hamburgo, al caerse uno de los lotes al suelo. En Alemania, sin embargo, se descarta esta opción: “es imposible que las mercancías de un solo lote lleven a un brote de EHEC de semejante alcance”, declaró la senadora de Salud de la ciudad-Estado de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Strocks.
“La posibilidad existe”, consideró por su parte Martin Müller, presidente de la Federación Alemania de Inspectores de Alimentos, “pero es muy, muy pequeña. ¿Cuántos pepinos se tendrían que haber caído al suelo para que suceda algo como esto? ¡El camión entero!”. Por si acaso, Holanda ha frenado la importación de pepinos españoles procedentes de Alemania.
Más de mil casos
Mientras tanto, los infectados con la bacteria intestinal EHEC son ya más de mil. Con enorme velocidad se propaga la enfermedad y su agresividad sorprende a las autoridades sanitarias. El Instituto Robert Koch sigue trabajando contrarreloj para darle una explicación al suceso. De su advertencia de dejar de comer pepinos, lechuga y tomates hace caso el 58% de la población alemana, calculó el diario sensacionalista Bild am Sonntag. El otro 41% habría optado por no prescindir de las ensaladas a la entrada de este verano.
LB/ dpa/ afpd
Editor: Enrique López Magallón
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