La guerra de Ucrania y la larga tradición del engaño militar
2 de septiembre de 2022Numerosos reportes dan indicios de que los militares ucranianos están burlando a los rusos en el campo de batalla, con una moderna versión de una antigua táctica. Videos subidos a las redes sociales parecen mostrar a fuerzas ucranianas utilizando sistemas de misiles estadounidenses HIMARS, que pueden causar efectos devastadores.
Ataques con este sistema de artillería han destruido efectivamente grandes depósitos de municiones y combustible, ubicados muy por detrás del frente ruso en el sur de Ucrania en las pasadas semanas, causando estragos en la logística rusa. En consecuencia, los sistemas HIMARS son un blanco prioritario para Rusia.
Pero, ahora, hay reportes de prensa según los cuales Ucrania utiliza réplicas de HIMARS de madera como señuelo, para atraer el fuego ruso, con lo cual se revela la posición de las armas rusas.
Una vieja táctica
La argucia no es nueva. Durante siglos, los militares han intentado engañar a las fuerzas enemigas con equipamiento falso.
El general, estratega y filósofo chino Sun Tzu recomendaba esta táctica militar en su tratado "El arte de la guerra", escrito en el siglo V a.C. En él, pedía a los comandantes que "pusieran señuelos y crearan confusión", para hacer que el enemigo calculara mal la fuerza contraria. "Toda la guerra se basa en el engaño", escribió Sun Tzu.
Durante la Guerra de las Galias, en lo que hoy es Francia y Bélgica, en los años 50 a.C., Julio César situó a algunos de sus legionarios de forma que las fuerzas romanas parecieran mucho más numerosas de lo que eran en realidad.
Durante la guerra civil estadounidense, tropas confederadas emplearon grandes troncos de madera pintados de negro, para que parecieran cañones y despistar a las fuerzas de la Unión. En Centreville, en Virginia, el general confederado Robert E. Lee colocó muchas filas de estos falsos cañones, que desde la distancia se veían como una poderosa línea defensiva.
La I Guerra Mundial
Tras el invento del motor de combustión interna, adquirieron importancia los carros de combate. Los tanques hicieron su debut en la I Guerra Mundial (1914-1918). Con ellos, el Ejército británico intentó superar el estancamiento de la guerra de trincheras. Al poco tiempo, tanto los británicos como los alemanes comenzaron a emplear tanques falsos, hechos de madera y tela de arpillera pintada, para engañar al otro bando y hacerlo sobreestimar su fuerza.
Como los Ejércitos aún no estaban plenamente motorizados, se seguían utilizando caballos para llevar material de un punto a otro del campo de batalla. Por eso, se hicieron igualmente réplicas de caballos, para confundir a los enemigos.
La II Guerra Mundial
Durante la II Guerra Mundial (1939 - 1945), tanto la Alemania nazi como sus oponentes practicaron el engaño a gran escala. Antes de que los aliados occidentales desembarcaran en Normandía, en 1944, ya se habían probado tanques inflables en Inglaterra. Estas réplicas de tanques y falsas informaciones de inteligencia sirvieron para despistar a los alemanes sobre el lugar en que se llevaría a cabo el desembarco.
Tan grande fue la importancia atribuida a los trucos tácticos, que el Ejército estadounidense creó el 23° Cuartel General de Tropas Especiales, también conocido como el "ejército fantasma". Se trataba de un ejército con tanques, camiones y aviones inflables, que se complementaban con grabaciones de desplazamiento de vehículos reproducidas con poderosos parlantes. Con él, se llevaron a cabo grandes operaciones de distracción en Bélgica, Francia, Alemania y Luxemburgo.
(ers/rml)