La Feria del Libro de Fráncfort, bajo el signo de la libertad de opinión
13 de octubre de 2009No sólo es uno de los grandes encuentros del mundo editorial, sino también una plataforma de discusión y análisis. Y este aspecto cobra especial relieve en esta edición de la Feria del Libro de Fráncfort, que centra su atención en China, un país multifacético y complicado, que se erige ya como gran potencia y ocupa un lugar cada vez más destacado a nivel mundial. Tal como destacó la canciller Angela Merkel, al inaugurar la feria, el peso político y económico de China ha “crecido notablemente”, y con él también su responsabilidad en diversas materias, entre las que se incluye también la libertad de opinión.
Discusión “sin tabúes”
Las dificultades en este último aspecto quedaron en evidencia hace ya semanas, cuando parte de la delegación china se retiró de un simposio realizado en el marco de los preparativos de la Feria del Libro, debido a que dos disidentes hicieron allí uso de la palabra. Angela Merkel manifestó ahora, sin embargo, su convicción de que no habrá tabúes en la discusión.
El vicepresidente chino, Xi Jiping, puso por su parte otros acentos en la ceremonia inaugural. Aunque afirmó que, tras 30 años de reformas, su país está dispuesto a seguir abriéndose al exterior, subrayó que China espera “comprensión y respeto” en el intercambio cultural. En este contexto, indicó que las diferencias entre sistemas políticos no deben justificar confrontaciones.
“Lo nuestro es la literatura”
Las múltiples actividades que contempla el programa de la Feria del Libro, muchas de ellas dedicadas al país huésped de honor, brindarán de todos modos la oportunidad de debatir. Porque no sólo acudirán a ellas los autores oficialmente invitados por la delegación china, sino también críticos del gobierno de Pekín y escritores que viven en el exilio.
La Feria del Libro se concibe como una plataforma de discusión con reglas claras, según indicó su director, Jürgen Boss, para quien la libertad de expresión es uno de los derechos básicos más importantes. “Sin embargo, no somos la ONU, nuestro tema es la literatura”, acotó Boss, afirmando: “Podemos exponer conflictos, pero no podemos resolverlos”.
Potencial libertario
No obstante, la literatura en sí misma alberga un gran potencial libertario, como lo puso de manifiesto la canciller alemana, remitiéndose a su propio pasado en la RDA. Angela Merkel recordó que los libros desempeñaron un papel importante en la caída del Muro de Berlín y en la superación de la Guerra Fría. Y afirmó que ellos tematizan diferencias que pueden ser peligrosas para las dictaduras, pero que distinguen a las democracias.
El debate quedó así abierto en la Feria del Libro de Fráncfort, que se prolongará hasta el domingo, sirviendo de escaparate para más de 7.300 expositores, procedentes de un centenar de países.
ERS/dpa/ap/afp
Editora: Claudia Herrera