La estafa del "brexit" a los británicos antes de Navidad
11 de diciembre de 2019"¿Cómo puede ser que Boris Johnson gane probablemente las elecciones?", me preguntan una y otra vez. Un hombre al que sus críticos definen como un "mini-Trump" y sus antiguos amigos de partido como "charlatán". Un primer ministro que simplemente envía al Parlamento de vacaciones obligatorias porque no le gusta que los diputados rechacen su política del "brexit"; que describe a sus oponentes políticos como "saboteadores" y "cobardes". ¿Justamente los británicos, por lo demás pragmáticos y amistosos, lo confirmarán en el cargo?
Es tan decepcionante que Johnson sea la primera opción para los votantes. Pero eso no tiene que ver con que sea brillante, o popular (su puntuación en las encuestas es negativa), sino más bien porque los británicos están desgastados por el eterno ir y venir del "brexit". Los peores resultados de las encuestas son los de su oponente Jeremy Corbyn, del Partido Laborista, retratado por la prensa británica, predominantemente antieuropea, como amigo del marxismo y terrorismo de la década de los 70.
El mal menor
Comparado con Corbyn, Johnson parece ser el menor de los males. Muchos votantes echan a todos los políticos al mismo saco, no entienden por qué el "brexit" se ha demorado tanto en ser implementado. El mensaje sencillo de Johnson "Let's get Brexit Done", llega en el momento justo. Finalmente se terminarán las negociaciones en el Parlamento, no habrá más discusiones familiares entre los amigos de la UE y los patriotas pro "brexit". Por fin se termina este lío, piensan muchos. Su programa del "brexit" está "cocinado", lo que suena seductor y tiene resabios de fiesta navideña.
Las promesas de Johnson son tan erróneas como pegadizas. Él promete que para finales del año que viene Gran Bretaña estará fuera de la Unión Europea. Después se crearía también un acuerdo de libre comercio, por lo que se garantizaría que Gran Bretaña no quedara fuera del bloque y en caída libre. Los expertos señalan que tales acuerdos normalmente solo se producen después de años de duras negociaciones. Que la única manera de conseguir que se apruebe tan rápidamente es apegarse a las normas de la UE existentes y no transitar otros caminos. Sin embargo, dado que el Gobierno conservador también quiere concluir un acuerdo de libre comercio de gran alcance con los EE. UU. lo antes posible, en el que se apliquen normas completamente diferentes, es difícil que se pueda llegar a un acuerdo al respecto.
Pero mostrar contradicciones, dejar en claro a los votantes que la decisión del "brexit" también tendrá consecuencias negativas, no es asunto de Johnson. Al igual que el Flautista de Hamelín, adormece a muchos votantes diciéndoles mentiras durante su campaña. Durante su desempeño como corresponsal de la UE en Bruselas, en los años 90, inventó un nuevo género: burlarse de la UE sacando de contexto los oscuros reglamentos de la Comunidad Europea y presentándolos como ridículos, para que los lectores británicos se divirtieran con los burócratas de Bruselas, que son cómicos, ineficientes y prepotentes. Y Johnson sigue siendo fiel a este género hasta el día de hoy.
Mentiras tras mentiras
Y esto sigue y sigue. Una retirada de la UE liberaría dinero para el débil sistema sanitario británico, según la campaña previa al referéndum. Y Johnson sigue evocando un futuro prometedor fuera de la UE cuando incluso los estudios gubernamentales dicen que la economía se reducirá drásticamente, especialmente si no se materializa un acuerdo de libre comercio.
Una y otra vez se le pregunta a Boris Johnson en esta campaña electoral si se puede confiar en él. Los votantes parecen saber que no pueden hacerlo, aunque probablemente votarán por él, de todos modos. Como ningún otro político británico, él tiene la culpa, con sus persistentes mentiras, de que la confianza británica en la clase política se esté acercando a cero. Si se descubre su mentira más reciente, es decir, que puede implementar el "brexit" sin dolor y en un abrir y cerrar de ojos, entonces muchos británicos probablemente pierdan todo respeto por sus políticos.
(ju/cp)
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