La economía de Brasil florece gracias a China y Rusia
13 de marzo de 2024Marcio Pochmann es, desde hace unos meses, el nuevo director del Instituto Brasileño de Estadística (IBGE). El economista, elegido por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, puede aportar a su jefe cifras alentadoras desde el inicio de su mandato. En 2023, Brasil volvió, con un crecimiento económico del 2,9 por ciento y un Producto Interior Bruto (PIB) de 2.170 millones de dólares estadounidenses, a figurar entre las nueve economías más grandes del mundo.
La economía del país más grande de América Latina pudo aprovechar el repunte del año anterior bajo el controvertido predecesor de Lula, Jair Bolsonaro: en 2022 el crecimiento fue incluso del 3,0 por ciento. Por ello, el excandidato presidencial Ciro Gomes comentó mordazmente en el canal de noticias estadounidense CNN que Lula simplemente "no cambió nada" en la política económica de Bolsonaro.
La agricultura y China como motores del repunte
El crecimiento de la economía brasileña se debe, sobre todo, a la muy eficiente industria agraria: en 2023, la industria agrícola y ganadera registró un aumento récord del 15,1 por ciento en la producción de soja y maíz. El éxito económico de Brasil también depende de la decisión de Lula da Silva de seguir colocando a su país del lado de Pekín y Moscú en los actuales conflictos geopolíticos. Esto ahora resulta económicamente rentable.
"El comercio internacional de Brasil ya no es concebible sin China", afirma en una entrevista con DW el profesor Roberto Goulart, de la Universidad de Brasilia. "Es el destino más importante de las exportaciones brasileñas. En 2023 se enviaron mercancías a China por valor de 104.000 millones de dólares, tres veces más que a Estados Unidos".
China también aumentó sus inversiones en Brasil durante la última década y diversificó su presencia en la economía brasileña: automóviles, energía y agricultura son los sectores a los que los chinos han prestado más atención, afirma Goulart. "Rusia, a su vez, es económicamente importante para Brasil porque exporta fertilizantes”, dice Goulart, refiriéndose a la industria agrícola brasileña.
Debido al embargo europeo por la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, Brasil se ha convertido en el tercer importador de combustibles fósiles de Rusia. El combustible diésel ruso, en particular, se ha convertido en un importante bien de importación: "Por último, no hay que olvidar que Brasil, Rusia y China son miembros de los BRICS y socios del Nuevo Banco de Desarrollo, cuyo principal ámbito de actividad son las infraestructuras”, afirma Goulart. Los BRICS son una asociación de países emergentes formada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica y que, cada vez más, se abre a nuevos miembros.
Contratiempos nublan el panorama
Reveses como los experimentados por la petrolera estatal Petrobras, que recientemente sufrió enormes pérdidas en el mercado de valores, empañan el panorama. De hecho, hay muchos indicios de que Brasil puede convertirse en un motor de recuperación en América Latina. Casi semanalmente hay confirmaciones de inversiones por valor de miles de millones de la industria automotriz internacional, que ve en Brasil un mercado de futuro. Esto no fracasará a medio plazo, incluso si Brasil vuelve a invertir significativamente más en gasto público y, por lo tanto, lastra su presupuesto.
Brasil, abierto a más opciones
El economista Felipe Rodrigues, de la Universidad Federal Fluminense (UFF), ve a Brasil en una buena posición por otra razón: "El comercio de Brasil con China es muy fuerte, pero Brasil sigue siendo un socio comercial de Estados Unidos". Sin embargo, en términos puramente matemáticos, la balanza comercial con EE.UU. resultó negativa, mientras que con China hubo un superávit de 51 mil millones de dólares, calcula Rodrigues.
El país también está presionando para lograr un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea como parte de la alianza sudamericana Mercosur. Aunque Bruselas no puede lograrlo por el momento, Brasilia mantiene abiertas todas las opciones y también está impulsando negociaciones con otros países asiáticos, como Japón.
(rmr/cp)