La Documenta 14 y nuestro tiempo
Las obras expuestas en la mayor muestra mundial del arte contemporáneo, realizada cada cinco años en Kassel, son inspiradoras y hablan de la actualidad. Aquí hay algunas de ellas.
El "Partenón de Libros" de la Documenta 14
En el "Partenón de Libros", obra de Marta Minujín, la artista argentina construye una maqueta en tamaño natural del templo griego con miles de publicaciones prohibidas en el presente o en el pasado. Minujín se apropia de monumentos para replicarlos y traerlos de vuelta a la esfera pública, como en esta oportundad en la mayor muestra mundial del arte contemporáneo, en Kassel, Alemania, .
Entre los sueños y la realidad
En la frontera entre la abstracción y lo figurativo, entre sueños y realidad, los cuerpos alienígenas, fantasmagóricos y hermafroditas pintados por la artista suiza Miriam Cahn, muestran nuevas formas de representación que permiten ampliar el entendimiento de los conflictos, catástrofes, tragedias y miedos imperantes a nuestro alrededor, sugieren los curadores de la Documenta.
Visualización de historias
En "Historia", un bordado de 39 cm x 23,5 m, la artista sueca Britta Marakatt-Labbas relata la vida cotidiana de los habitantes de Laponia de forma original, haciendo visibles historias épicas de ese pueblo autóctono del norte de Escandinavia, poco considerado en los libros de historia oficiales.
Memorias vivas
La Documenta 2017 muestra que una historia puede ser contada de varias formas. Como en esta instalación con objetos, ropa, trofeos, discos y material de archivo que Igo Diarra y el centro cultural La Médina dedican al músico malinés Ali Farka Touré (1939-2006). Un concierto de los músicos originales de su banda también forma parte de ese memorial.
De la Amazonía al Polo Norte
Hans Ragnar Mathisen, artista noruego también lapón, conocido con el seudónimo de Keviselie, dice que, al reclamar para sí territorios indígenas, los colonizadores aprovecharon la oportunidad para rebautizarlos. En sus mapas, el artista lapón sustituyó esos nombres por los nombres del pueblo lapón, aprovechando la oportunidad para abolir las fronteras.
Ayer y hoy
Ilustrando la instrumentalización imperialista del lenguaje visual, el francés Michel Auder muestra, en una videoinstalación sin sonido, imágenes que no paran de gritar: la guerra en la televisión, mensajes de Twitter sobre genocidio, fotos porno. El título "El curso del imperio" se remonta al ciclo homónimo de pinturas del norteamericano Thomas Cole (1801-1848).
Arte y violencia
¿Violencia y crimen como formas de transgresión y expresión artística? Este es un tema que en el futuro va a generar discusiones en podios y revistas especializadas de arte. Sin embargo, ya se anticipa en la Documenta 2017 con trabajos como "Commensal", de Véréna Paravel y Lucien Castaing-Taylor, sobre el caníbal japonés y autor de varios libros, Issei Sagawa.
Denuncia artística
La violencia como forma de denuncia artística también se puede ver en la instalación "El Objetivo", de la guatemalteca Regina José Galindo. Aquí los visitantes hacen uso de una réplica de la metralleta G36, de fabricación alemana. De esta manera, la artista denuncia la violencia y el uso de armas alemanas en su país.
Punto de vista personal
La resonancia poética de las obras de la Documenta 14 está ligada también al lugar donde están expuestas. En una antigua tienda de Kassel, la artista libanesa Mounira al Sohl revive de forma personal el período de la guerra civil en su país, por medio de la panadería "Nassib's Bakery": la panadería como un medio de supervivencia durante el conflicto, hasta su destrucción por un bombardeo.
Una muestra en transición
Por primera vez, la Documenta ha tenido dos sedes, Atenas y Kassel, donde se puede visitar hasta el 17 de septiembre. En su trabajo "I Strongly Believe in Our Right to Be Frivolous" ("Creo firmemente en nuestro derecho a ser frívolos"), Mounira Al Sohl retrató, en Atenas y Kassel, a migrantes del Oriente Medio y del Norte de África en su transición de refugiados a ciudadanos.