"La derecha radical es un caso para la fiscalía"
20 de octubre de 2015Quienes rechazan a los refugiados son cada vez más agresivos. La violencia se está extendiendo. La derecha radical es un caso para el Estado de derecho, dice el profesor Wolfgang Kaschuba en entrevista con DW.
DW: Profesor Kaschuba, la crisis de los refugiados está dividiendo a la sociedad alemana. ¿Se azuzan odios que pueden salirse de control?
Kaschuba: Esos odios se pueden salir de control si la política, los medios de comunicación y la comunidad científica no rechazan frontalmente el lenguaje y los actos de racismo y xenofobia. Los radicales se aprovechan del miedo a lo desconocido para ganar terreno. Nadie ha perdido su casa o su trabajo por los solicitantes de asilo. Los miedos vienen de proyecciones y prejuicios. Si esos prejuicios no se tratan directamente estamos al comienzo de una dinámica de reacción y contra-reacción a una supuesta emergencia. El caso del ataque con cuchillo a la hoy alcaldesa elegida de Colonia lo demuestra: un individuo cree tener que actuar en nombre de un grupo que incita a la violencia. La política, la sociedad y los medios tienen que rechazar más decididamente las imágenes y el lenguaje de los radicales.
¿Podría describirnos el medio social de quienes rechazan categóricamente a los refugiados?
En el espectro de la derecha radical hay radicales y hay simpatizantes de sus ideas y actividades. En los círculos de ultraderechistas hay delincuencia organizada que amenaza a ayudantes de los refugiados y comete otros delitos contra la propiedad privada, por ejemplo. La restricción del libre movimiento de las personas, que ejercen algunos grupos de neonazis, es un acto abiertamente criminal que debe llamarse por su nombre.
¿Ha llegado entonces la hora de que el Estado de derecho haga valer su poder?
No solo ha llegado la hora del Estado de derecho, sino también de la política democrática. Es la hora de que todos expresemos cuáles son nuestras convicciones como sociedad civil. Los ultraderechistas están intentando asentarse en algunas regiones. Por eso es muy importante dejar en claro que la mayoría de la sociedad está defendiendo los principios democráticos.
La radicalización ha llegado a dimensiones desconocidas: ataques a los refugiados e incendio de sus albergues, el intento de asesinato de la alcaldesa de Colonia, las graves amenazas contra el alcalde de Leipzig, la renuncia del alcalde de Magdeburgo, que rechazó la línea de su partido. ¿Aún tenemos todo bajo control?
Nunca hemos tenido todo bajo control. No debemos olvidar que llevamos más de 20 años de violencia en este mundillo de extrema derecha. La sociedad y los gobiernos se han preocupado muy poco de saber qué pasa allí y entretanto, la ultraderecha ha creado estructuras más sólidas. Eso debe cambiar.
Wolfgang Kaschuba, antropólogo, es director del Instituto para la Integración y la Investigación Empírica de la Migración (BIM).