"La Cumbre no es una panorámica de la UE"

El Financial Times de Londres escribe: "Un año después del terremoto político que significó el rechazo a la Constitución Europea en Francia y Holanda, la Unión Europea todavía no parece estar preparada para resurgir del sótano político. A pesar de la agenda ampliada y recompuesta, -con la cual se pretende salvar partes de la Constitución para mantener a una UE de 25+ apta para funcionar, la discusión acerca de su futuro constitucional se mueve en círculos. Al mismo tiempo crecen las interrogantes acerca de una futura ampliación. Sin embargo, la Cumbre no es una panorámica de la UE. La Unión Europea tiene mucho que ofrecer a sus ciudadanos. El punto es que sus líderes no están presentando bien la oferta".

El rotativo belga De Standard opina: "La pregunta central que los 25 deben responder es qué se debe hacer con una Constitución que se ha aprobado en 15 países miembros y se ha rechazado en 2. Lo único en lo que están de acuerdo después de un año de reflexión es en la necesidad de cambio en las instituciones de la UE […] Pero que la Constitución debe ser conservada no debe decirse. En Francia y Holanda, donde el documento fue rechazado, hay elecciones en mayo del próximo año. Por eso."

El problema del huevo y la gallina

El periódico Kommersant de Moscú analiza: "Los problemas al intentar solucionar la crisis constitucional europea son una continuación de la eterna pregunta: ¿quién fue primero el huevo o la gallina? Normalmente, el pueblo funda un Estado y luego le da una Constitución. Por haber sido creada primero la Constitución Europea, ahora se está ante la tarea de formar una nueva e histórica comunidad: el pueblo europeo. Porque los pueblos europeos apenas han empezado a descubrirse y a congeniar unos con otros".

Libération, diario parisino, anota: "La UE no puede pasar por alto a la Francia que hace un año rechazó la Constitución Europea. Si bien Paris ha perdido su papel como motor en Europa, no está aislada. En el trabajo cotidiano del aparato de la UE, los puntos fuertes y débiles de los franceses siguen inmutables. El problema radica en otra parte: en la pregunta acerca del peso que tiene Francia todavía en cuanto al futuro europeo".

¿Insalvable abismo?

El De Morgen de Bruselas apunta: "Otra cumbre europea y otra ocasión para el análisis con la constatación de que, en realidad, no se avanza con esto de la Europa integrada. Los líderes políticos europeos no se sientan juntos para tomar decisiones sino para ponerse de acuerdo en la agenda. También si se trata del tema de la ampliación, el insalvable abismo entre los escépticos y los adeptos quedará clarísimo".

Por último, Die Welt de Berlín escribe al respecto: "El último año ha mostrado que Europa puede vivir también sin Constitución. Puede ser que el Tratado de Nizza requiera ser reelaborado, pero el sistema que creó funciona. Sin embargo, la crisis es real. En casi todos los campos se ve desolación. La UE va a la cola de la economía mundial, su población envejece rápidamente, y ni hablar de las cuestiones de defensa. A los jefes de Gobierno parece no preocuparles mucho. Casi podría hablarse de una pérdida del sentido de la realidad. Como fuere: nunca se ha logrado detener la caída de un imperio o un Estado reanimando una constitución".