La crisis: "que no se pierda la esperanza ni la confianza"

El diario alemán Die Welt opina: “Tampoco el Estado dispone de los medios para remediar una caída de estas dimensiones. Todos los programas que podrían ser financiados no serían más que una gota de agua sobre piedras calientes. Además, sólo restringirían aún más la futura capacidad de acción del Estado. Al final no queda más que apoyar las fuerzas autoregenerativas del mercado y tener presente los propios puntos fuertes. En vez de cuestionar el sistema de la economía de mercado por motivos populistas, la política debería reconocer que los agentes sociales funcionan -en la peor crisis de la posguerra- mejor que nunca, en la mayoría de las empresas”.

Lecciones de crisis anteriores

El austríaco Der Standard observa: “Del turbulento año 1989 se puede sacar lecciones para la crisis actual: que en tiempos de muchos cambios se puede y se tiene que optar por nuevos caminos. Que no siempre se sabe si ésta o aquella acción es la correcta; que hay que desechar planes y elaborar otros. Que hay que cuidar que ni la esperanza ni la confianza se pierdan. A fin de cuentas, el desarrollo de los últimos veinte años ha sido, en la perspectiva histórica, como un gran milagro”.

Una industria sensible a la coyuntura

El rotativo alemán Süddeutsche Zeitung analiza: “Alemania fue y es el campeón de las exportaciones. El éxito de BMW, Daimler, Porsche y los industriales alemanes en el extranjero se está transformando ahora en lo contrario. Las ventas de maquinaria, equipo industrial y muchos otros productos en los que los alemanes son líderes, son especialmente sensibles a la coyuntura, en el buen y en el mal sentido. Por ello, es inevitable que la crisis económica más grave de la posguerra conlleve una caída para Alemania”.

Autor: MB/dpa

Editora: Emilia Rojas