La caída de un dictador
21 de octubre de 2011The Times, de Londres: “Este es el momento para que la comunidad internacional apoye a Libia. Gran Bretaña ya ha ayudado a que el Consejo Nacional de Transición formule un programa de gobierno. El Gobierno de Londres deberá prestar nuevos servicios de amistad, cuando se desaten conflictos de poder en el Consejo de Transición por las desmedidas expectativas de la población, las maniobras de los islamistas y la disolución de las milicias armadas. Europa también debe contribuir a vincular de un modo más estrecho el norte de África con la Unión Europea. Libia debe ser reconstruida y se necesitan inversiones y expertos. Si Libia progresa, el flanco sur de Europa estará más seguro”.
El ejemplo de Egipto
Frankfurter Rundschau, de Fráncfort: “Naturalmente, ahora vendrá el arrepentimiento. Con su muerte en el campo de batalla, Gadafi lo ha puesto fácil. Había quien quería haberlo llevado a juicio, a un tribunal internacional o a uno libio. Hubieran querido verlo ante el juez muchos de los que durante años lo ayudaron: sus seguidores en Libia, pero también en Europa y en Estados Unidos. Seguro que de un proceso así, hubieran surgido cuestiones interesantes sobre la política europea. Pero su muerte también tiene algo bueno: desde la cárcel y con un juicio pendiente, Gadafi hubiera creado más caos e inestabilidad. Finalmente, quizá hubiera utilizado el juicio como tribuna para sus infames discursos. El ejemplo del vecino Egipto es suficientemente disuasorio. Durante meses, se alargó el proceso contra el ex presidente Hosni Mubarak, sin que se llegara a ninguna conclusión clara; por el contrario, la situación trajo más caos.
Los dictadores no son eternos
Gazeta Wyborcza, de Varsovia: “Gadafi ha durado tanto porque tenía a los militares de su parte, como el dictador sirio. De no haber mediado las intervenciones británica y francesa, hubiera luchado aún más tiempo. Los países democráticos apoyaron en esta ocasión a quienes estaban en contra del déspota. Ello ha supuesto una señal para todas aquellas naciones que padecen gobiernos represivos: la dictaduras no disfrutan de libertad para ejercer la violencia y los dictadores no son eternos. Aún hay países, como la Bielorrusia de Lukashenko, donde los dictadores siguen creyéndolo.”
¿Cómo hubiera sido el juicio a Gadafi?
De Vokskrankt, de Amsterdam: “En honor a la verdad, la muerte de Gadafi ha ahorrado mucho sufrimiento a la nueva Libia. Por otra parte, surge la espinosa cuestión de cómo y quién lo hubiera juzgado. ¿Un juez libio o el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, que ya había emitido contra él una orden de detención? Tanto aquí como allí, el proceso hubiera sido extenuante. Con su actitud militante, Gadafi hubiera puesto en duda la legitimidad del nuevo Gobierno. Naturalmente, más aún de no haber sido atrapado y si hubiera comenzado una lucha de guerrillas.”
MS/dpa
Editor: Pablo Kummetz