La brecha entre las cumbres
5 de junio de 2007La cumbre alternativa que se efectúa en la ciudad hanseática de Rostock, a unos kilómetros de Heiligendamm sede de la Cumbre del G-8, coincide con esta en los temas a tratar: ecología, clima, energía, guerras, militarización. Pero a diferencia de la reunión en Heiligendamm cualquiera puede acceder al evento en Rostock sin mayores complicaciones; no hay rejas que separen al público de los expertos de renombre internacional que en 120 talleres desarrollan alternativas a las propuestas ofrecidas por los líderes de las siete naciones más industrializadas y Rusia para solucionar los grandes problemas que aquejan al mundo.
Coordinada por más de 40 organizadores, desde sindicatos y grupos allegados a la Iglesia, hasta organizaciones no gubernamentales como Oxfam, Greenpeace y Attac, esta alianza busca impulsar una globalización democrática desde las bases. Asisten premios Nobel alternativos como la activista india, Vandana Shiva, el sociólogo filipino, Walden Bello, y otros personajes conocidos por su postura crítica a la globalización neoliberal como la francesa Susan George, vicepresidente de Attac, y el teórico estadounidense, John Holloway.
Dos minutos de hambre
A diferencia de Heiligendamm, en donde la cumbre inicia con una cena de gala, en la cumbre alternativa no se hablará sobre la comida, sino sobre el hambre.
Cada cinco segundos muere en el mundo un menor de diez años por inanición. Mientras que los agricultores africanos trabajan 15 horas al día bajo un sol implacable, en los supermercados del continente negro se venden frutas y verduras provenientes de Alemania, Francia o Italia a precios con los que los campesinos locales no pueden competir.
"El Consejo de la Unión Europea podría acabar en sólo dos minutos con las políticas de subvención que cobran la vida de miles de personas cada día", indicó el relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación, el suizo, Jean Ziegler, quien hizo hincapié en que participa en el evento de forma individual y no como representante de la ONU.
Sacrosanta economía
En lo que se refiere a la ecología, uno de los temas centrales en ambas cumbres, existe consenso en que se requiere un cambio estructural global para evitar una inminente catástrofe. En Rostock se intentará responder a la pregunta de cómo puede compaginarse la idea de igualdad social y económica con la protección del medio ambiente.
Los países del G8 son responsables del 50 por ciento de la producción de gases contaminantes. Lo mismo que muchos otros, el premio Nobel alternativo, Walden Bello, duda que sean los principales responsables de la contaminación medioambiental los que puedan proponer soluciones viables al problema. Al inicio de la cumbre alternativa sostuvo que no existen grandes diferencias entre el presidente estadounidense, George W. Bush, y la canciller alemana, Angela Merkel, para quienes el crecimiento económico es sacrosanto y criticó las políticas ecológicas de Alemania y de Estados Unidos.
Por su parte los representantes de Greenpeace calificaron la Cumbre del G-8 de "espectáculo" y demandaron a la canciller alemana presentar cifras específicas de reducción de emisiones de CO2 al final de la cumbre de Heiligendamm y no limitarse a la retórica vacía.
La Cumbre Alternativa es una de las contrapropuestas más importantes a la Cumbre del G-8 y a diferencia de Heiligendamm, no acaba con la presentación de un documento final, sino con un podio con el alentador título de "Hay alternativas".
Cómo implementarlas es una incógnita que sus cerca de 1.500 participantes difícilmente lograrán dilucidar en tres días. Pero aun cuando no presenten una panacea universal prometen pequeños impulsos libres de retórica superflua.