La batalla contra el Elba

Muchos no se han recuperado aún de las devastadores inundaciones de 2002, cuando el río Elba desbordó su cauce, alcanzó niveles de 9,4 metros y destruyó todo lo que se interponía en su camino.

Los que han reparado y habilitado sus casas ven con temor como vuelven a subir las aguas. El nivel usual del Elba es de 2 metros, este fin de semana alcanzaba los 7,3 metros y se espera que siga creciendo aunque más lentamente de lo previsto inicialmente, lo que promete una larga y tormentosa semana de lucha por proteger los diques que resguardan a Dresde.

El concejal de Ordenamiento y Seguridad de la ciudad, Detlef Sittel, prevé que no será hasta el martes o miércoles de la semana que comienza hasta cuando se alcance el nivel máximo y parte de que no será el histórico alcanzado en las inundaciones de 2002.

Pero estos son pronósticos. Tomando en cuenta que el subsuelo de la cuenca del Elba está saturado, y que las autoridades checas podrían empezar a abrir las compuertas de algunos embalses al borde de la saturación, la situación podría cambiar.

Expuestos a la naturaleza

Tres barrios de las afueras de Dresde -Gohlis, Laubegast y Zschieren-, están desde el sábado parcialmente anegados, y unas 400 personas fueron evacuadas.

En las localidades de Pirna y Bad Schandau, al sur de Dresde y en dirección a la frontera con la República Checa, se desalojó a un millar de personas y se reforzaron con sacos de arena y barreras plásticas las viviendas del casco antiguo, asimismo bajo agua.

En Meissen, unos 40 kilómetros al norte de Dresde, el nivel del Elba superó los 8,5 metros y se produjeron desbordamientos en una amplia franja del margen del río.

Estado emergencia en 7 regiones de República Checa

Siete de las catorce regiones en que se divide la República Checa continúan en el segundo grado de estado de emergencia, tras las riadas desatadas desde el pasado martes como consecuencia del deshielo y aguaceros, según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente.

Se han producido evacuaciones en varios distritos de la ciudad de Olomouc, así como en Litovel, ambas en la ribera del Morava. Pero las localidades más afectadas se encuentran en la parte occidental a la ribera del Elba al noroeste del país, en la región fronteriza con el Estado federal de Sajonia.

La bajada de las temperaturas ha ralentizado el deshielo y contribuido a reducir el caudal en la parte alta de los ríos. Gracias a la gestión del sistema de represas del río Moldava, se mantiene el caudal al nivel de los 1.500 metros cúbicos por segundo, pero lo habitual son 250 metros cúbicos.