De la noche a la mañana, el 4 de marzo, la agencia estatal de noticias argentina amaneció vallada por la Policía, tres días después de que el presidente Javier Milei prometiera que la iba a cerrar por considerarla una "agencia de propaganda kirchnerista". La mayoría de sus 780 empleados acampan para reclamar la reapertura de la agencia fundada en 1945.