Líbano acusa a Israel de ataque que dejó 24 muertos en Beirut
16 de agosto de 2013
Este viernes 16 de agosto es jornada de luto en Líbano, tras el atentado que dejó 24 muertos y más de 350 heridos en Beirut el jueves (15.08.2013), en un barrio del sur de la ciudad que es controlado por el partido milicia Hezbollah. Pese a que un grupo cercano a los rebeldes que combaten en Siria se adjudicó el ataque, éste es atribuido por el gobierno libanés a Israel.
El presidente de Líbano, Michel Suleiman, aseguró que se trató de un “intento de dañar la estabilidad del país y la resistencia de su pueblo” y afirmó que el ataque “lleva el sello del terrorismo y de Israel, atacando a civiles inocentes para entregar mensajes políticos”. Agregó que la explosión “tiene como objetivo todo el país, no solamente un suburbio del sur de Beirut”.
Por su parte, el primer ministro interino, Nayib Mikati, dijo este viernes (16.08.2013) que el atentado “tiene una vez mano la mano de la traición y las llamas del odio han alcanzado a civiles en una querida región libanesa conocida por su constancia frente a los complots y la maldad del enemigo israelí”, añadiendo que “la mano del mal está aún entrometiéndose en este país y su seguridad”.
Hezbollah, en cambio, acusó a islamistas suníes de estar relacionados con el ataque, específicamente a facciones vinculadas con Al Qaeda.
Israel descarta relación con ataques
El presidente del Parlamento, Nabih Berri, apoyó esas declaraciones asegurando que “este crimen solamente beneficia al enemigo israelí, que ha estado urdiendo complots para minar la unidad nacional, que fue el elemento que llevó a Líbano a la victoria de 2006”, en referencia a la guerra que enfrentó a Hezbollah con Israel.
La tesis que barajan en el régimen libanés es que Israel provocó la explosión como venganza por unos ataques de Hezbollah que provocaron heridas a cuatro soldados de esa nacionalidad, hace unos días. Como prueba de lo confusas que son las cosas en Oriente Medio, el grupo Brigadas de Aisha que se adjudicó el atentado, acusa a Hezbollah de trabajar para Irán e Israel.
En tanto, el presidente israelí, Simon Peres, se mostró sorprendido por las acusaciones. “El derramamiento de sangre debe cesar en Cercano Oriente. Israel no ha participado y no daré más detalles”, dijo. También el Ministerio de Exteriores israelí calificó las acusaciones de “inventos ridículos destinados a desviar la atención de que Hezbollah ha sumido Líbano en un pantano de violencia”.
La cifra de muertos en el ataque subió este viernes a 24, mientras el Gobierno confirmó que se trató de un coche bomba posiblemente conducido por un atacante suicida, aunque falta verificar grabaciones de cámaras de seguridad para confirmarlo. “La primera hipótesis es que el conductor se inmoló, mientras que la segunda hipótesis dice que el coche habría sido volado desde una distancia", dijo el ministro del Interior, Marwan Charbel.
DZC (Europa Press, dpa, Reuters)