Knut, ¿un oso demasiado humano?
21 de marzo de 2007El oso polar Knut, un montoncito de pelo blanco y ojos inocentes, nació el 5 de diciembre de 2006 en el zoológico de Berlín. Quiso la naturaleza que su madre, Tosca, no haya querido criarlo, y así pasó a ser la mascota favorita de Thomas Dörflein, cuidador del zoo, quien por supuesto también se encarga de alimentarlo, biberón de por medio. Knut y Dörflein conviven hace tres meses en una pequeña habitación del zoo, alejada del público, para no exponer al osito a nada que ponga en peligro su crecimiento. Allí, junto a la cama del cuidador, se encuentra la cesta donde duerme Knut, un termómetro para controlar su temperatura y varios animales de peluche, entre ellos una enorme "mamá osa". Sólo el cuidador y el veterinario tienen acceso a la “cueva” secreta del oso. Pero no todo es color de rosa en la vida de Knut. Algunos protectores de animales cuestionan que se le permita vivir en condiciones demasiado cercanas al hombre.
Nace una estrella
Knut es la primer cría de oso polar nacida en el zoo de Berlín desde hace más de veinte años, con lo cual se transformó en una verdadera atracción. Millones de usuarios siguieron paso a paso las aventuras del animalito a través de periódicos y páginas web que informan los cambios de conducta y la actividad del pequeño osito.
La historia de Knut ha tenido gran repercusión, en parte porque se trata de un osito tierno luchando por sobrevivir. Pero además plantea un dilema que tal vez se repita en el futuro: los osos polares están extinguiéndose debido al calentamiento del planeta. ¿Pero se debe por ello aceptar su humanización? ¿Qué consecuencias tendría este tipo de conducta para los animales, para los humanos, y para el equilibrio ecológico?
Ecologistas contra humanización de Knut
Actualmente, el osito pesa más de ocho kilos y, según el biólogo Ragnar Kuhne, del zoo de Berlín, ya alcanzó el peso necesario como para salir a saludar a su público, que lo espera, conmovido por las imágenes que le llegan a través de los medios. El canal alemán ARD transmitirá a partir del 24 de marzo las andanzas de Knut al despertar, a las 9:50 hs. (hora alemana) durante diez semanas.
Pero las buenas noticias se ven opacadas por el reclamo de algunos protectores de animales, entre ellos Frank Albrecht, quien manifestó a Der Spiegel que “la crianza por parte de un ser humano no sólo va en contra de la naturaleza, sino que es una contravención a la ley alemana de Protección del Animal.” Según Albrecht, el osito podría presentar problemas de comportamiento de por vida.
La opinión de un sector de los protectores de derechos del animal es que habría que haber provocado la muerte del osito luego de su nacimiento. Un especialista en osos, Udo Gansloßer, está en contra de la domesticación, pero piensa que Knut no sufriría desventajas, ya que, por su naturaleza solitaria podría adaptarse nuevamente a una vida normal de oso. El zoo de Berlín decide en forma individual en caso de que un animal no pueda ser criado por su madre, y ha decidido que Knut debe vivir. La Asociación Protectora de Animales de Alemania, por su parte, cree que “no hay razones para matar a Knut”. Sin embargo, está en desacuerdo con propagar la humanización de animales. Y las leyes alemanas afirman que, para matar a cualquier animal, deben existir siempre razones sensatas.