Kiev y rebeldes reanudan negociaciones en Minsk

Además de los problemas humanitarios y de seguridad, el principal punto de la agenda son los tres años de autogobierno que Kiev está dispuesto a conceder a los insurgentes, según la ley aprobada esta semana por la Rada Suprema ucraniana (legislativo).

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, aún no ha promulgado la ley, pero ayer durante su intervención ante el congreso se mostró dispuesto a otorgar a las zonas rebeldes mayores competencias, siempre que permanezcan en el seno de un Estado unitario ucraniano.

"Estoy dispuesto a conceder a los separatistas más derechos que a cualquier otra parte de Ucrania en la historia de nuestra nación. Estoy dispuesto a hablar de lo que se quiera, menos de la independencia de Ucrania, su integridad territorial y su soberanía", aseguró.

Separatistas, dispuestos al diálogo

Los separatistas prorrusos se mostraron esta semana dispuestos al diálogo tras asegurar que la ley de autogobierno incluye "puntos interesantes", pero insistieron en que no renuncian a su independencia.

Además, rechazaron la posibilidad de que sea el Gobierno central de Kiev quien organice las elecciones locales convocadas para el 7 de diciembre, según la ley. Mientras, Rusia ha calificado la ley de "paso en la buena dirección", aunque abogó por continuar el proceso de reforma constitucional para garantizar los derechos de las minorías en Ucrania, en referencia a los rusohablantes.

Se espera que por parte ucraniana acuda el expresidente Leonid Kuchma, mientras el emisario ruso será el embajador en Ucrania, Mijaíl Zubárov, y los separatistas estarán representados por el líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, Alexandr Zajarchenko.

Aunque a duras penas, el alto el fuego se mantiene en la zona de conflicto, lo que no impide que ambos bandos se acusen diariamente de violar la tregua, especialmente en las inmediaciones de Donetsk, principal plaza fuerte rebelde.

CP (efe, rtr)