Köhler en París: con Chirac y con la UNESCO
5 de octubre de 2005
Con Alemania en medio de la incertidumbre política, sin gobierno claro casi dos semanas después de que se celebraran elecciones anticipadas, las palabras del presidente francés son un importante apoyo para Köhler, que por su parte está convencido de que su país superará rápidamente las dificultades que está viviendo: "los alemanes van a hacer sus deberes y seremos todavía más fuertes", dijo el presidente alemán.
Por la mañana, Chirac y Köhler se encontraron en el Palacio del Eliseo de París. Por la tarde, Köhler leyó un discurso ante la clase política reunida en la capital francesa para conmemorar el cumpleaños de la UNESCO, la organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La "Entente" germano-francesa
Ni Alemania ni Francia pasan por el mejor de los momentos: los dos grandes socios fundadores de una Unión Europea que se resiente de los problemas.
Pero los presidentes no están dispuestos a que la realidad les amargue el optimismo, y anuncian que acudirán conjuntamente al encuentro informal de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que se celebrará los próximos 27 y 28 de octubre, con la intención de darle un nuevo impulso al espíritu europeo.
"A veces tengo la sensación de que la gente fuera de Europa cree más en sí misma que la gente dentro de la Unión, y eso no tiene justificación", dijo Köhler. Por ello, el presidente alemán propone el desarrollo de nuevas ideas que saquen a la UE de la difícil fase en la que se encuentra.
Y para que nadie partiese disgustado, hubo intercambio de piropos. "Una Unión Europea sin Francia y los amables franceses no es imaginable", dijo Köhler, mientras Chirac se mostraba convencido de que "no existen dudas de que Alemania saldrá reforzada del proceso de modernización que ha emprendido".
UNESCO: cumpleaños feliz
En 1945, hace ahora 60 años, la UNESCO comenzó su lucha por "asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación, la libre búsqueda de su verdad objetiva y el libre intercambio de las ideas y conocimientos", como puede leerse en el preámbulo de su Constitución.
En su discurso, Köhler destacó la importancia del intercambio cultural respetuoso que no destruye la identidad de los pueblos. "Los alemanes comen Sushi y Döner, sin que el 'Faust' de Goethe caiga en el olvido", dijo el presidente alemán.
Pero las palabras de Köhler no estuvieron exentas de crítica. A principios del año 2000, las Naciones Unidas se fijaron los "objetivos del milenio", por los que se pretendía reducir la pobreza en el mundo a la mitad y la mortalidad infantil en dos tercios. La forma en que se están persiguiendo estos objetivos es según Köhler "decepcionante". "La Comunidad Internacional debe poner todos los medios para luchar efectivamente contra la pobreza y los países industrializados han de comprometerse con el comercio justo", aseveró Köhler.