Pueblos indígenas luchan por su cultura

Objetivo del proyecto: la Iniciativa Internacional para la Protección del Clima (IKI, por sus siglas en alemán) presta apoyo a las comunidades indígenas y locales de 26 países para preservar su hábitat y su forma de vida tradicional. Con ello, también se protege la biodiversidad.

Presupuesto: el proyecto está financiado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente y Conservación de la Naturaleza alemán con un total de 12 millones de euros, que se distribuyen entre las iniciativas de 26 países. La Asociación Jardín Botánico las Delicias es apoyada en el marco de la IKI a través del programa de pequeñas donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM)

Socios del proyecto: el proyecto es ejecutado en Colombia por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Otra organización aliada es el Consorcio TICCA y su proyecto de territorios y áreas conservadas por pueblos indígenas y comunidades locales, que son conocidos también como TICCA.

Con sus sombreros y sus brillantes capas azules, la comunidad misak es fácilmente reconocible, incluso a distancia. Los misaks pertenecen a un pueblo indígena que vive en la provincia colombiana de Cauca, cerca de la ciudad de Silvia.

Como en muchas regiones de América Latina, los indígenas de esta región luchan por mantener su cultura. Además, muchos han sufrido durante decenios las consecuencias de los conflictos y de la violencia en Colombia.

Sin embargo, en el asentamiento de Guambia, en el Cauca, un grupo de jóvenes no está dispuesto a cruzarse de manos y se han unido para defender la preservación de su cultura y territorio.

De este modo, hace unos 20 años, se formó en Guambia la Asociación Jardín Botánico las Delicias. Las actividades de la organización incluyen reuniones periódicas para jóvenes y ancianos en torno a una fogata. Juntos llevan a cabo antiguos rituales y cultivan sus tradicionales jardineras circulares de flores. En el jardín comunitario se cultivan diversas plantas que durante siglos se han empleado con fines medicinales.

El pueblo también gestiona un trozo de bosque tropical de 70 hectáreas con el objetivo de educar a las generaciones más jóvenes en la conservación del bosque tropical.

Un videorreportaje de Katja Döhne

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