Jóvenes griegos: dramático desempleo y pocas esperanzas
20 de mayo de 2013
Antes de la crisis, los jóvenes griegos se quejaban de sus pobres empleos y se designaban a sí mismos como la “generación de los mileuristas”. En comparación con la situación actual, aquellos días parecen hoy casi paradisíacos. Entretanto, más del 60 por ciento de los jóvenes griegos están desempleados. Los expertos advierten de las graves consecuencias sociales que este récord traerá consigo.
"Toda una generación de jóvenes bien cualificadas se siente marginada, y muchos de ellos se han convertido en desempleados de larga duración", dice Ilias Katsoulis, publicista y profesor de Sociología y Ciencias Políticas en la Universidad de Atenas. "Nuestra sociedad depende de ellos, justo ahora, en la crisis. Pero apenas les ofrece posibilidades de aprovechar su cualificación, algo que la crisis profundiza cada vez más", advierte Katsoulis.
Es un círculo vicioso. No obstante, Ilias Katsoulis –que se ha dedicado a analizar los cambios y reformas ocurridos en el mercado de trabajo griego e internacional en la última década– mira al futuro con cierto optimismo. En últimas, los griegos que hoy dejan su país retornarán en algún momento, trayendo consigo el saber y las experiencias ganadas en el extranjero, confía este científico social.
Fuga de talentos
Según diversos estudios internacionales, los países de procedencia de los emigrantes cualificados se benefician tanto como los de acogida, asegura Katsoulis. Pero muchos en Grecia discrepan. Se quejan de la fuga de los jóvenes talentos griegos hacia el norte de Europa, los Estados Unidos y los países árabes.
Giorgos Kyrtsos, economista y editor de periódicos con estudios en los Estados Unidos, se queja ante los micrófonos de la televisora Skai. Los políticos nacionales e internacionales recetaron a la economía griega a una cura radical, obviando las consecuencias sociales de la crisis y haciendo desaparecer la clase media en el país, opina.
"Así que ya no podemos financiar el peso del envejecimiento de nuestra población: con 3,7 millones de trabajadores en activo y tres millones de jubilados, pronto cada trabajador tendrá que financiar a un pensionista", alerta Kyrtsis y señala hacia la emigración con rumbo a Alemania, que ha alcanzado cifras récord. "Imagínense, que el tan prometido auge económico por fin llega y no queda nadie en Grecia para aprovecharlo”, lamenta.
En opinión de expertos, solo el tradicional apoyo en el amplio marco familiar griego ha evitado hasta ahora una revuelta social en el país. En Grecia, sigue dándose por sentado que los miembros de la familia se apoyan financieramente entre sí y que, en caso de necesidad, los mayores asisten a los hijos y nietos.
Entre tradición y realidad
No obstante, la tradición ha ido chocando entretanto con la realidad, afirma el periodista económico ateniense Babis Papadimitriou. Los más recientes datos del mercado laboral indican que el desempleo se ha ensañado también con los mayores de 65 años, multiplicándose por diez en los últimos cinco años. Que tantas personas en edad de retiro intenten hallar un empleo remunerado para contribuir al sustento familiar, “atestigua un cambio de mentalidad en la sociedad griega”, afirma el experto en la emisora Skai.
“Yo no diría que es algo positivo, pero demuestra la seriedad de la situación", agrega Papadimitriou. “La tendencia se repite también entre mujeres que hasta ahora se habían dedicado a atender a sus familias. También ellas se muestran interesadas en hallar un empleo, porque de otra forma no llegan a fin de mes”, apunta.
Tanto los tres partidos en el gobierno, bajo el liderazgo del conservador primer ministro Antonis Samaras, como la Comisión Europea lanzan promesas de mejoría y dan señales de querer facilitar el acceso de los jóvenes griegos al mercado laboral. En un primer paso, la Unión Europea se propone, para este mismo año, poner unos 450 millones de euros a disposición de las ciudades y comunas, en aras de financiar como mínimo 100.000 contratos temporales para jóvenes desempleados.
Pero el escepticismo es grande. “Muchos jóvenes se hallan desamparados frente al sistema clientelista que sigue dominando la política griega”, dice el profesor Ilias Katsoulis. “No tienen oportunidad de salir adelante y obtener un buen empleo en la administración pública, por ejemplo, si no pertenecen a algún partido”, explica el sociólogo ateniense. “Ellos querrían confiar en las instituciones estatales, pero saben que en ellas se desarrolla una política clientelista”, y ese es también uno de los motivos, afirma Katsoulis, por los cuales cada vez más griegos dan rienda suelta a su ira y entregan su voto a partidos extremistas.
Autor: Jannis Papadimitriou / rml
Editor: Diego Zúñiga