Jóvenes en estado de excepción

Llegó  el momento: la 179 Oktoberfest, la tradicional  fiesta de la cerveza está en su apogeo.

Todos los años, más de seis millones personas bailan al ritmo de canciones populares, comen salchichas y  pretzels típicas de Baviera y, por supuesto, beben mucha cerveza. Se podría pensar que no es un lugar para los jóvenes. Sin embargo, cada año llega una gran cantidad de visitantes entre 15 y 25 años a Múnich, para celebrar el Oktoberfest.

A tono con los tiempos

Muchos jóvenes señalan en Facebook que el Oktoberfest bien vale un viaje, y ya que “forma parte de su vida”. El Oktoberfest se ha convertido realmente en una atracción popular para la juventud de Alemania en los últimos años. Esto se debe a que los organizadores se han adaptado a los nuevos tiempos: hoy no solo se toca música folclórica sino también canciones de moda; varias montañas rusas, como la “Alpina Bahn”, dan los visitantes la impresión de estar en una feria.

Los trajes típicos están en boga

Últimamente, en la elección de la ropa, los jóvenes prefieren la versión clásica y se deciden por un “Dirndl” (vestido tradicional) o por un “Lederhose” (los pantalones cortos de cuero típicos de Baviera). Hoy uno llama más atención si no lleva un traje de estos.

"Creo que el traje también transmite una sensación increíble de comunidad", cuentan jóvenes que han estado muchas veces en el Oktoberfest. Hace unos años los jóvenes solían llevar vaqueros y camisetas en la fiesta de la cerveza, pero hoy utilizan mayoritariamente el atuendo típico, aunque con toques muy actuales; por ejemplo, ahora están de moda los colores brillantes y las más jovencitas usan incluso minis.

Mucho alcohol

En los últimos años, el consumo de alcohol ha aumentado entre los jóvenes. Muchos ya están borrachos cuando llegan al Oktoberfest y traen alcohol comprado previamente. Beber en las carpas del Oktoberfest resulta bastante caro. Un litro de cerveza cuesta actualmente entre 9 y 9,50 euros. Es un precio muy alto que la mayor parte de los jóvenes no está dispuesta a pagar.

No obstante, se bebe en cantidades. La policía de Baviera ha registrado un número preocupante de víctimas del alcohol en los últimos años. “Muchos de ellos son menores de 20 años", comentan los funcionarios

El carácter tradicional se quiere preservar

Para evitar que el Oktoberfest naufrague en el alcoholismo, los organizadores de la fiesta han desarrollado el concepto de  "Ruhige Wiesn" (fiesta tranquila). Los propietarios de las carpas deben poner solamente música folclórica hasta las 6 de la tarde, a un volumen moderado. Solo más tarde pueden tocar música pop.

Sin embargo, esta medida no va a hacer desistir a los jóvenes alemanes y extranjeros de ir en gran número a celebrar la tradicional fiesta de la cerveza.

Autora: Elena Bilstein

Editora: Emilia Rojas