El costarricense que hace historia

Junior Diaz juega ya su segunda temporada en la Bundesliga, donde ha disputado desde su llegada a Alemania 35 partidos. La experiencia llena de orgullo al jugador de Costa Rica, quien se ha trazado como propósito sacarle el máximo provecho a favor del fútbol centroamericano y -en especial- de la selección de su país, con la que estará en el Mundial Brasil 2014.

Junior, después de casi dos años jugando en Alemania, ¿qué balance hace de su experiencia en la Bundesliga?

Yo he disfrutado mucho de la experiencia, y la he intentado aprovechar cada día al máximo. Acá hay mucho qué aprender sobre la disciplina en el trabajo, la intensidad y la dinámica en el juego, el profesionalismo en todo lo que tiene que ver con nuestro día a día. Eso es muy importante. Yo me exijo para adaptarme a ello y mi mayor deseo es poder seguir aprendiendo cosas nuevas en la Bundesliga. Para mí es un orgullo estar acá.

¿Su presencia en el fútbol alemán tiene algún significado especial para Costa Rica y Centroamérica?

En cada partido tengo la obligación de mostrarle a Alemania que en Centroamérica hay calidad. Mi trabajo es darle argumentos a la Bundesliga para que se fije en nuestros jugadores. Estoy haciendo historia en Alemania con el Maguncia pues para un jugador de Costa Rica estar acá y acumular tantos partidos es algo muy importante.

¿Se le puede considerar como el embajador en Alemania del fútbol de todo una región?

Lo cierto es que tengo aquí una responsabilidad muy grande. Para muchos jugadores hay partidos que quedan como una nota al margen, como una historia más. Para mí cada partido es algo muy grande porque sé que desde Centroamérica me están mirando, me están apoyando y confiando en que con mi rendimiento les abra un espacio. Y acá la gente del fútbol empiezan a tenernos en cuenta. Que yo esté en Alemania no solo me llena de orgullo a mí, también a mucha otra gente que se siente representada por mí, y por eso la consigna es sacar esto adelante.

¿Y que pronto vengan más jugadores centroamericanos a Alemania?

Es difícil venir a Alemania, la Bundesliga es muy selectiva a la hora de escoger a sus jugadores, el seguimiento que le hacen a los posibles fichajes no es de un día para el otro, sino de largo plazo. A todos los candidatos los tienen bien estudiados; los clubes saben a quién pueden traer, y para qué. Por eso son tan pocos los que llegan, pero pienso que los que hemos estado acá, entre ellos los mexicanos Pavel Pardo y Ricardo Osorio, hemos hecho un buen trabajo. Eso es bueno porque así se le abren las posibilidades a otros que todavía están allá esperando una oportunidad.

¿Es duro triunfar en la Bundesliga?

Yo siento que estar acá no es fácil. Yo me he esforzado para lograr esto, para mejorar cada día, para brindar lo máximo. Cuando a veces no se habla de mi, es porque estoy trabajando el doble, callado, sin ruido, dedicado a progresar. Es una bendición estar en la Bundesliga y ojalá se fijen en más de los nuestros.

Usted, con el Maguncia, está muy cerca de conseguir un cupo a un torneo europeo la próxima temporada. ¿Un paso más para crecer?

Lograr un cupo en un torneo europeo con el Maguncia es importante, no solo para mí, sino para la selección de Costa Rica. Esas experiencias nos ayudan, ellas se reflejan en la selección, y por eso no es casualidad que estemos clasificados para el Mundial.

¿Es ese el momento de mostrar todo lo que ha aprendido en la Bundesliga?

Yo me cuido mucho de estar en buena forma aquí en la Bundesliga, el Mundial está ya muy cerca y los partidos en Alemania son todos muy lindos. Por ejemplo el más reciente, contra el Dortmund, lo jugué como si fuera ya uno del Mundial. Allí asumí todo como una oportunidad para ganar experiencia ante grandes estrellas, contra los delanteros de un equipo de calidad en Europa que fue finalista de la Champions League y disputará la final de la Copa Alemana. Yo día a día voy mejorando y no me pongo límites porque lo que viene es muy importante.

Y lo que se viene es Brasil 2014. ¿Qué se puede esperar de Costa Rica en el Mundial?

Nosotros no tenemos nada que perder, y sí mucho que ganar. Vamos con todo, vamos a dar lo mejor que tenemos, a vivir esa fiesta, a disfrutarla, y a enfrentar a nuestros rivales con la convicción de poder sacar buenos resultados sin importar quiénes son, ni qué nombre tienen. Ese es nuestro reto, y para hacer historia y trascender tenemos que llevar esa actitud. La oportunidad es única.