Juicio a Lasso: Ecuador "necesita paz y políticas claras"
30 de marzo de 2023El gobierno de Guillermo Lasso parece tambalear, ahora que la Corte Constitucional de Ecuador dio luz verde para que la Asamblea Nacional pueda llevar a cabo un juicio político en su contra. La oposición acusa a Lasso de ser presuntamente responsable de malversación de fondos públicos (peculado) en empresas públicas, e incluso de haber protegido a algunos de los involucrados. Según una investigación policial revisada por la Corte, en la trama de corrupción estaría implicado su cuñado, el empresario Danilo Carrera, junto otros funcionarios públicos presuntamente relacionados a redes de corrupción y narcotráfico.
El gobierno de Lasso viene deslizándose en una debacle que parece no tener fondo debido al descontento popular con su gestión. El movimiento de centroderecha del presidente, CREO, salió derrotado en elecciones municipales en febrero ante la izquierda, con Revolución Ciudadana (RC5) y el plurinacional indigenista Pachakutik. Según sondeos, el apoyo popular a Lasso es actualmente de solo el 13%.
Este 29 de marzo de 2023, seis de nueve magistrados de la Corte Constitucional votaron a favor del juicio político. Para evitarlo, Lasso podría activar la disolución del Legislativo, llamada muerte cruzada, y eso le permitiría gobernar por decreto durante seis meses, antes de convocar a elecciones. Pero si el juicio político se realiza, eso podría dar lugar a su destitución.
¿Cuán grave es la situación para Lasso? "Hay que observar qué hacen el Pachakutik y el bloque de la izquierda democrática, bloques bastante inestables”, dice a DW Franklin Ramírez, profesor del Departamento de Estudios Políticos de FLACSO, Ecuador. Además, "el Poder Ejecutivo en Ecuador siempre ha tratado de intervenir de manera opaca sobre los votos de cada bloque”, advierte.
"Lasso ha esquivado de modo persistente rendir cuentas ante la Asamblea ya anteriormente. Tampoco ahora quiere rendir cuentas, cuando cobra sustancia una demanda de juicio político”, dice Ramírez. El experto sostiene que Lasso podría decidirse por disolver la Asamblea Nacional para no enfrentarse a la investigación, y también para recuperar terreno político en los seis meses que le quedarían hasta nuevas elecciones.
Descontento popular y posibles movilizaciones
Para el abogado constitucionalista Efrén Guerrero Salgado, docente de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, la posibilidad de una remoción vía juicio político del presidente "es muy alta en este momento. Absolutamente todo es posible en la política de Ecuador”, afirma, resaltando la profunda impopularidad de Lasso en entrevista con DW. Y no descarta levantamientos populares por el descontento reinante.
Franklin Ramírez coincide al indicar que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) "ya anunció que si Lasso decreta la muerte cruzada va a haber movilizaciones”, porque "ya no tiene legitimidad para disolver los poderes y gobernar por sí solo”. Un juicio político tardaría entre 30 y 45 días, y "el presidente tiene ahí un pequeño margen de maniobra”, explica. Pero si Lasso disuelve la Asamblea, esos seis meses "le darían cierta holgura en el tablero político para recuperar su imagen”, dice. Entonces ¿sería posible restaurar aún la confianza?
En las últimas semanas, Ecuador ha pasado por situaciones difíciles: un terremoto dejó al menos 15 muertos, y un alud se saldó con 12 fallecidos. "En todas esos casos, la respuesta gubernamental fue muy lenta”, dice Efrén Guerrero, "con muy mala política de comunicación, nada proactiva ni empática con la gente”. Asimismo, ante las masacres carcelarias y la violencia relacionada con los cárteles del narcotráfico, "el presidente Lasso no ha logrado establecer ni un solo mensaje de unión nacional”. La emigración "va en aumento”, destaca, y cada vez más ecuatorianos atraviesan el peligroso Tapón del Darién para hallar mejores condiciones de vida.
Los errores de Lasso
¿Cuáles fueron los errores de Guillermo Lasso, que lo llevaron hasta este momento álgido de su mandato? "Lasso nunca reconoció el balance de poder democrático. Se veía como un líder que iba a deshacer lo que hizo mal Correa y a construir un país. Pero nunca vio que en la Asamblea tenía una bancada de menos del 10%”, recuerda Franklin Ramírez. "Asumió que debía avanzar a toda velocidad con su agenda, sin negociar ni dialogar con las otras fuerzas”. Otro gran error fue atacar sistemáticamente a la oposición y descalificarla: "Eso creó una gran polarización en Ecuador, que se profundiza cada vez más”.
Su gobierno continuó el plan radical de austeridad de su antecesor, Lenín Moreno, en la línea del Fondo Monetario Internacional. Pero lo hace "cuando la gente está pasándola mal, la economía no se recupera, la salud pública está deteriorada, en el marco de una sociedad muy vulnerable por la crisis económica global y la pandemia”, indica Ramírez y resalta la "ineficiencia estructural” del gobierno actual. Y el problema de la inseguridad, que "creció a toda velocidad” y que sería el factor "que pulveriza finalmente a su gobierno”.
"El presidente se dedicó a la macroeconomía, y no a la microeconomía”, dice, por su parte, Efrén Guerrero. "Fue incapaz de llevar a cabo una política social que no pase del rol asistencialista del Estado”. Su discurso contra el correísmo fue el argumento para justificar la parálisis de su gobierno, añade.
¿Qué le espera a Ecuador en los próximos días y semanas, ante este panorama poco promisorio, y qué necesita el país para salir adelante? Anticipar una salida a esta crisis no es posible todavía, según los expertos. El diálogo entre los diferentes sectores se torna imperativo. Y es necesario, sobre todo, dice Guerrero, que los actores políticos no se dediquen solo a sus intereses personales: "Necesitamos paz y políticas claras”.
(ers)