¿Olimpiadas para el pueblo?
20 de julio de 2012En la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, los niños en edad escolar y las enfermeras estarán presentes en representación del pueblo británico, su creatividad, su humor y su diversidad.
El Comité Organizador tiene que coordinar a unos 10.000 participantes, quienes se presentarán en el Estadio Olímpico como parte de un espectáculo que de acuerdo con sus creadores “nos mostrará como nación”. Los detalles de la ceremonia deberían conservase en secreto, pero el director de la misma, Danny Boyle, dejó entrever que se podrá apreciar algo del idilio campestre de la isla contando con 70 ovejas, 12 caballos, tres vacas, 10 gallinas, 10 patos, nueve gansos y tres perros.
Los costos del evento de apertura se calculan en más de 33 millones de euros, aunque Boyle no pretende igualar las espectaculares inauguraciones vistas en China y Grecia. Los Juegos Olímpicos de Londres no están planeados para una élite sino para el pueblo. En una entrevista con el periódico The Guardian, el director declaró que en su mente aún está presente “la humanidad de los Juegos de Sídney 2000”, que entonces recibieron el calificativo de “los Juegos populares”.
Entradas: pocas y muy caras
Hasta ahora se han vendido, en Internet, siete millones de entradas del total de 8,8 millones disponibles. Un contingente de aproximadamente 500.000 tiquetes está siendo ofrecido en el mercado negro por sumas exorbitantes.
Para muchos londinenses esto es un sarcasmo: los Juegos Olímpicos tienen lugar frente a sus casas, pero las entradas a los eventos les resultan impagables.
En entrevista con Deutsche Welle, Jonathan Edwards, representante del Comité Organizador para los atletas, recalcó que simplemente hay más personas queriendo obtener una entrada, que las que están disponibles para ser compradas.
“Eso, por supuesto, es muy bueno para el Comité Organizador, pues nosotros recibimos el 25 por ciento de nuestros ingresos de la venta de entradas. Además, tanto al Comité Internacional, como a los propios atletas, les habíamos prometido que los estadios estarían llenos, y eso es lo que sucederá”, afirma.
Pero los Juegos Olímpicos también estarán al alcance de las personas fuera de los estadios, sostiene Edwards. Él no pretende restarle importancia a la decepción popular, pero tampoco quiere dejar pasar la oportunidad para recordarle a la gente que, también sin tiquetes, hay muchas actividades a lo largo y ancho de Londres. “Tenemos un extenso programa cultural, el Festival Londres 2012, y otras atracciones en las cuales es posible vivir a fondo las olimpiadas, aún cuando no se esté presente en la carrera final de los 100 metros”, dice.
Las congestiones de tráfico están previstas
El acceso a los eventos deportivos es un gran problema, pero el que más preocupa a los londinenses es el que se prevé en el tráfico vehicular. Garret Emmerson le aconsejó a los conductores mantenerse alejados del centro de Londres durante los Juegos Olímpicos. El jefe de la organización encargada del sistema de transporte en la capital inglesa le contó recientemente a la prensa que hay que contar con congestiones masivas.
“La ciudad estará repleta”, advirtió Emmerson, pues durante las Olimpiadas habrá tres millones de rutas cumplidas por los medios de comunicación, los huéspedes y los mismos atletas. “En el centro de la ciudad el caos será la norma” fueron sus palabras.
A los conductores se les ha solicitado muy especialmente evitar con sus coches los 175 kilómetros de la Red de la Ruta Olímpica, que durante mínimo seis semanas serán tabú para los londinenses. Sus carriles estarán reservados para la familia de los Juegos Olímpicos, algo que recuerda algunas calles de Moscú durante la Unión Soviética, cuando los funcionarios de alto rango disponían de pistas privadas en el sistema vial.
En Londres, los taxistas están muy molestos con que se les excluya de determinados carriles de la vía pública, y temen por su negocio. “Los Juegos Olímpicos nos afectarán, por ello demandamos que nos permitan usar todas las calles de la Red de la Ruta Olímpica” exigió su vocero, Steve McNamara, en diálogo con Deutsche Welle, y agregó que “adicionalmente otras 38 millas de vías serán bloqueadas en las principales calles de Londres”.
Las molestias son inevitables cuando una ciudad organiza un evento global de semejante magnitud. A pesar de todo, hay plena confianza en que cuando los Juegos Olímpicos se inicien, el ambiente en Londres reflejará el espíritu de un evento popular.
Autor: Gabriel Borrud / Nina-Maria Potts / DM
Editora: Emilia Rojas