Debuta la nueva mano derecha
8 de octubre de 2014El debut de Thomas Schneider en el equipo campeón del mundo no podría ser más exigente. Su primera aparición en el banco será ante los rivales más peligrosos de Alemania camino al torneo de Francia 2016: Polonia (11.10.14) e Irlanda (14.1014). La dimensión del reto es grande, pero también es evidente que Joachim Löw confía en su exjugador y discípulo pese a su juventud (41 años), inexperiencia (escasos 23 partidos con el Stuttgart), y pobre balance como entrenador (solo cinco triunfos en la Bundesliga).
Trabajo a la sombra
Joachim Löw aprendió a estimar al Thomas Schneider jugador que estuvo en la plantilla con la que ganó la Copa Alemana en 1997 cuando era entrenador del Stuttgart. Desde entonces han pasado más de 15 años, pero el nuevo asistente del seleccionador de Alemania asegura que en ese tiempo ambos hicieron todo lo posible para no perderse de vista. ¿La razón? “Ya en aquella época habíamos descubierto que pensamos el fútbol de una forma muy similar”, explica Schneider.
Löw, por su parte, sostuvo que decidió hacer de Schneider su asistente ante todo por su “lealtad”, una virtud que el entrenador campeón del mundo aprecia en los integrantes de su equipo, de quienes él espera que apoyen incondicionalmente sus conceptos futbolísticos y en la sombra preparen los planes a seguir y se los trasmitan con claridad a los futbolistas del equipo nacional.
Por eso no sorprenden los paralelos entre Schneider y su predecesor Hans-Dieter Flick, quien ha asumido un nuevo rol como director deportivo de la Federación Alemana de Fútbol (DFB). Al momento de convertirse en asistentes de Joachim Löw ninguno de ellos tenía suficiente experiencia como entrenador, tampoco habían trabajado para la Federación, como jugadores tuvieron una corta carrera, y su desarrollo profesional se dio en Baden-Wurtemberg, el estado federal del cual es oriundo el seleccionador.
Un enorme salto
Convertirse en el segundo al mando en la que actualmente es la mejor selección del mundo es sin duda un enorme salto en la trayectoria futbolística de Thomas Schneider, cuya carrera en el banco de entrenadores de primer nivel empezó tomando a un equipo en la penúltima posición de la clasificación de la Bundesliga, el Stuttgart, para entregarlo siete meses más tarde exactamente en la misma casilla, al borde del descenso a la segunda división y enfrentando una crisis institucional.
Hoy, transcurrido apenas medio año de aquella negativa y corta experiencia, Schneider empezará a tomar su lugar al lado de Joachim Löw en el banco de entrenadores de los estadios más importantes del mundo. Para justificar allí su presencia, más que hablar de su pobre balance en puntos y victorias en la Bundesliga se enfatizará su facilidad para establecer una productiva relación con los jugadores jóvenes.
Esto es algo especialmente valioso en un momento en el que Alemania está casi obligada a rejuvenecer su plantilla y forzar un relevo generacional, no tanto con miras a la Eurocopa del 2016 en Francia, como al Mundial 2018 en Rusia a dónde se ira a defender el título logrado en Brasil sin un numeroso grupo de los jugadores que actualmente son campeones del mundo.
Además, tampoco hay que olvidar que pese a su carencia de éxitos en el banquillo Thomas Schneider ha destacado en el pupitre y por ello se le considera como uno de los teóricos del fútbol mejor educados de Alemania. La nueva “mano derecha” de Joachim Löw no solo posee un diploma en gerencia deportiva, sino que también fue el segundo mejor alumno de su promoción en el curso para obtener la licencia de entrenador que recibió en el 2011.
Schneider, compañero de clases de entrenadores exitosos del presente entre quienes se cuentan Roger Schmidt (Leverkusen), Markus Gisdol (Hoffenheim), Tayfun Korkut (Hannover), y Markus Weinzierl (Augsburgo), no ha cesado de prepararse y durante el tiempo que estuvo fuera de las canchas hizo pasantías en el Arsenal de Londres bajo las instrucciones de Arsener Wenger, con quien dijo haber aprendido a observar los partidos de una forma mucho más analítica.
Su meta al lado de Löw es “preparar lo mejor posible a la selección para enfrentar al rival de turno”. En declaraciones ofrecidas a través de la DFB Thomas Schneider define su nuevo trabajo diciendo: “No tendré que explicarle el fútbol a jugadores que a diario entrenan con Pep Guardiola o Jürgen Klopp. Mi labor será más que todo comunicar la filosofía de nuestro propio fútbol y transmitirle con precisión al equipo los conceptos que desarrollamos”. Esta semana Schneider cumplirá por primera vez esas tareas.