Italia y la UE: duro tira y afloja por el presupuesto
21 de noviembre de 2018"Cada quince minutos escriben una carta a nuestro Gobierno. No son más que torpes burócratas”, bromeó sobre la UE Matteo Salvini, ministro italiano del Interior y líder del partido de derechas radical Liga Norte, en un programa de televisión. "Ahora esperamos la carta de Papá Noel”, añadió hoy (21.11.2018) Salvini, después de que la Comisión Europea iniciara un proceso de déficit contra Italia.
Por su parte, Luigi di Maio, ministro de Economía del partido populista Movimiento 5 Estrellas, su socio de coalición en el Gobierno, dijo que era "necesario” que Italia se endeudara más para resolver los problemas causados por Europa. El Gobierno italiano es de la opinión de que la política fiscal de la Unión Europea es la responsable de que el crecimiento económico del país fuera escaso en los últimos años y de que la deuda no hiciera más que aumentar. La consigna de Roma es no seguir dejándose tutelar desde Bruselas.
"Consecuencia lógica"
La lucha de poder parece anunciada, ya que la UE no quiere ceder en este punto. El comisario responsable de la UE, Valdis Dombrovskis, acaba de iniciar un proceso de déficit contra Italia porque la deuda total en su proyecto de presupuestos para 2019 aumentará en lugar de reducirse lentamente, tal y como se acordó con el Gobierno anterior. "Lamentablemente, Italia infringe todos los criterios, por lo que es necesario iniciar un proceso de déficit”, dijo Dombrovskis. "Estamos dispuestos al diálogo", agregó.
"Las dudas sobre las perspectivas de crecimiento italiano continúan", dijo el comisario económico de la UE, Pierre Moscovici. "¿Quién va a pagar al final la factura? Todavía no hemos recibido respuesta a esta pregunta. Es lógico e inevitable que la Comisión Europea reaccione de esta manera al borrador de presupuestos".
Las medidas contra Italia necesitan de la aprobación de los restantes 18 países de la eurozona. Italia dispondrá de tres a seis meses para cumplir con las condiciones impuestas por la Comisión Europea, que solo podrá poner duras sanciones económicas o cortar los fondos europeos para Italia después de ese plazo. Hasta ahora, la Comisión nunca aplicó tan drásticas medidas.
"Italia arriesga su bienestar”
El Gobierno nacionalista y populista italiano quiere financiar con la deuda nuevos servicios sociales, bajar la edad de jubilación y los impuestos a la vez que atraer inversiones. Según Giuseppe Tria, ministro italiano de Finanzas, estas medidas lograrán activar el crecimiento económico y conducirán finalmente a la reducción de la deuda. Los expertos de la Comisión Europea y los ministros de Finanzas de la eurozona ven la situación de forma muy diferente. Consideran que las perspectivas de los italianos son demasiado optimistas. Según Dombrovski, el déficit más alto y los crecientes costes de la deuda conducirían a los débiles bancos italianos a la crisis y, finalmente, podrían llevar al Estado italiano a la quiebra. "Cada italiano está pagando ya 1000 euros anuales de intereses por la antigua deuda fiscal. El Gobierno arriesga el bienestar de los ciudadanos”, dijo Dombrovskis.
La Comisión Europea insiste por ello en que el Gobierno italiano se atenga a las reglas y corrija las cifras de su borrador presupuestario. Pero el ministro de Economía, Di Maio, ya ha anunciado que eso no sucederá. "Se puede negociar, pero las bases fundamentales del proyecto no cambiarán”, dijo. El proceso de déficit iniciado por la UE es complejo y requiere varias deliberaciones y aprobaciones por parte de los 18 países restantes de la eurozona. Todo ello lleva tiempo. Pero lo expertos advierten de que los prestamistas de Italia no tendrán mucha paciencia y que los costes de la deuda italiana podrían elevarse, lo que a su vez repercutiría en el presupuesto. Representantes del Gobierno italiano siempre han hablado de que se podría introducir una "moneda paralela” con el fin de pagar sus deudas y recaudar impuestos. Pero emitir dinero propio está prohibido dentro de las reglas de la eurozona.
Posibles escenarios
El economista Alessio Terzi, del Instituto de investigación "Bruegel", con sede en Bruselas dijo a Deutsche Welle que hay dos explicaciones ante la actitud de Italia: "El mejor escenario es que los gobernantes italianos no tienen ni idea de lo que están hablando. El peor es que desean provocar una crisis tal, que conduzca a la introducción de la moneda paralela y a su salida inmediata de la eurozona. En ese caso, los italianos perderían una gran parte de sus ahorros y la economía colapsaría”.
Los expertos del Instituto Peterson de Economía Internacional pintan escenarios menos drásticos. Sus analistas escriben en un informe reciente que los mercados tendrán paciencia con Italia y que, si el crecimiento económico no se ve sobresaltado, los costes de la deuda no tendrían por qué dispararse.
(ms/ers)
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