Italia: ¿fin de la crisis?
27 de abril de 2013No son pocos los que describen la política italiana como una comedia musical en la que las situaciones más dramáticas –como la actual crisis institucional, por ejemplo– son enfrentadas por sus protagonistas, cada uno a su manera, como si de una farsa se tratara. Pero a los habitantes de la nación sureuropea les causa poca gracia que sea apenas este 27 de abril cuando el primer ministro designado, Enrico Letta, consiguió formar un nuevo Gobierno. Eso implica que la política interior y exterior del país se ha visto abandonada durante dos meses.
Letta presentó la lista de los miembros de su equipo al presidente Giorgio Napolitano. Su Gabinete prestará juramento este domingo (28.4.2013) y se someterá al voto de confianza en ambas cámaras del Parlamento el lunes (29.4.2013). Los italianos esperan que el Gobierno de Letta reciba el visto bueno de los legisladores para que el país salga del estado de parálisis en que se halla desde el 25 de febrero, cuando una coalición de centroizquierda ganó las elecciones, pero no obtuvo el respaldo que necesitaba del Senado para mandar.
Tragicomedia a la italiana
A la distancia, algunos analistas dan por hecho que fue el inmenso apoyo recibido por un nuevo actor, el grupo de protesta Movimiento 5 Estrellas, lo que conmocionó al sistema político tradicional en Italia. Los votos que su líder, el comediante Beppe Grillo, le quitó a otros candidatos, condujo los comicios de febrero hacia un punto muerto: ninguno de los tres partidos con una fuerte representación en el Parlamento tuvo votos suficientes para gobernar solo y el enfrentamiento entre ellos imposibilitó la conformación de una coalición.
Buena parte de los líderes políticos refutaron las propuestas más razonables para solucionar el problema. Casi todos los esfuerzos emprendidos por Napolitano para resolver la crisis fueron en vano. Aún así, los partidos tuvieron dificultades para ponerse de acuerdo sobre quién debía suceder a Napolitano, cuando su mandato llegó a su fin hace algunos días. Percibido como una de las pocas figuras confiables en el espectro político local, Napolitano se vio obligado por las circunstancias a asumir de nuevo el cargo que acababa de dejar.
Tanto los empresarios como los sindicalistas han hecho sonar la alarma para llamar la atención de la clase política hacia el mal estado de la economía italiana. Está por verse si, a partir de la próxima semana, un nuevo ministro de Finanzas podrá sentarse a trabajar, resolver los asuntos pendientes y poner coto a los embates de la crisis. De momento, lo único que se sabe es quién ha sido nombrado por Letta para hacerse cargo de esa cartera: Fabrizio Saccomanni, director general del Banco de Italia.
Autor: Evan Romero-Castillo ( dpa / Reuters )
Editor: José Ospina Valencia