Israel-EE.UU.: alianza pese a crisis
17 de marzo de 2010La Croix, de París: "El Gobierno estadounidense tiene buenas razones para estar molesto. Israel se niega desde hace meses a frenar sus asentamientos y retomar las negociaciones con los palestinos, como le pide Washington. El anuncio de la construcción de 1.600 nuevas viviendas para colonos judíos en el Este de Jerusalén, coincidente con la visita del vicepresidente norteamericano, Joe Biden, la semana pasada, fue la chispa que encendió la ira de Estados Unidos. Ello podría conducir a la imposición de sanciones norteamericanas. Pero (el presidente israelí) Benjamín Netanyahu parece estar jugándose otra carta: Barack Obama necesitará todas las voces del Congreso para aprobar su reforma de salud; así que no renunciará a los muchos parlamentarios que apoyan a Israel bajo cualquier circunstancia".
Obstinación israelí colisiona con geopolítica
The Times, de Londres: "La persistencia con la que Benjamín Netanyahu prosigue con la planeada construcción de nuevos asentamientos judíos ha conducido a una de las mayores crisis entre Estados Unidos e Israel. Es comprensible que Norteamérica se sienta provocada por esta actitud instransigente y reaccione en consecuencia. Pero el Gobierno estadounidense no debe olvidarse de la importancia estratégica de Israel. Irán y sus aspiraciones de producir armas atómicas, Siria con su política de apoyo al Hezbollah, así como el movimiento radical islamista Hamas, son una amenaza para la paz y la estabilidad de la región. Por el contrario, Israel es seguramente un interlocutor difícil, pero más serio y confiable".
Obama bajo presión, de Israel
El Frankfurter Rundschau, de Fráncfort del Meno: "Ya el presidente Obama había indicado al mundo árabe, poco después de su toma de posesión, que pretendía presionar a su aliado Israel a realizar concesiones en el tema de los asentamientos. Sin embargo, ahora no es Netanyahu quien está bajo presión, sino el propio presidente norteamericano. Que la Secretaria de Estado, (Hillary) Clinton, calificara la más reciente provocación incluso como una ofensa a los Estados Unidos, ha parecido excesivo a los republicanos, pero también a muchos demócratas. Asimismo los medios, mayoritariamente pro-israelitas, han reaccionado airados".
Ánimos de paz que no existen
El Tagespiegel, de Berlín: "No debe sobreestimarse el poder del presidente de Estados Unidos. Él no puede crear ánimos de paz que no existen. Sólo puede mediar y ayudar a superar obstáculos, cuando los propios pueblos y sus gobiernos deseen el equilibrio. Tanto no ha avanzado aún el proceso de paz. Obama continuará insistiendo y presionará a Israel más que sus antecesores. Un 'divorcio', sin embargo, (…) no es una opción. La mayoría de la 'América cristiana' considera a Israel un aliado irrenunciable. No existe una cercanía emocional comparable en relación con los estados árabes".
RML/dpa/AFP/
Editor: José Ospina-Valencia