Israel archiva plan para deportar a miles de africanos
24 de abril de 2018Durante una sesión de la Corte Suprema, representantes del Estado precisaron que no distribuirán nuevas órdenes de deportación y que aquellas que ya han sido distribuidas serán canceladas. Los intentos del Gobierno israelí por negociar con Uganda o Ruanda para que recibieran a solicitantes de asilo deportados fracasó, puntualizó "Haaretz".
Israel enfrentaba duras críticas de grupos defensores de los derechos humanos por buscar la deportación por la fuerza de decenas de miles de solicitantes de asilo, en su mayoría africanos.
Hasta ahora Israel clasificaba a los refugiados, sobre todo de Sudán y Eritrea, como inmigrantes ilegales, y sus solicitudes de asilo solo eran aprobadas en casos excepcionales.
Gobierno de Israel, sin plan para solicionar el problema
El pasado 15 de abril, Israel tuvo que liberar a unos 200 inmigrantes africanos encarcelados en un centro de detención, tras vencimiento del plazo dado por el Tribunal Supremo al Gobierno israelí para presentar un nuevo plan de deportación, informó el digital The Times of Israel.
Los inmigrantes africanos, principalmente eritreos y sudaneses, muchos de ellos solicitantes de asilo y retenidos en Saharonim, en el Néguev (sur de Israel), fueron liberados. Esto sucedió en medio de negociaciones entre el Gobierno israelí y el de Uganda, para que esta nación africana acoja inicialmente a 500 personas, detalló el diario Haaretz.
"Este anuncio (...) muestra que el plan del Gobierno para deportar forzosamente a los refugiados de Uganda ha fracasado", indicó un comunicado de varias ONG encabezadas por Hotline para Refugiados y Migrantes.
Esto llega tras meses de controversia, después de que en enero, Israel anunciara un plan de deportación masiva para 32.000 de los 38.000 inmigrantes africanos que residen en el país, excluyendo a 6.000 menores y a progenitores con hijos a su cargo.
El programa, que contemplaba deportaciones forzosas a terceros países africanos o el ingreso a prisión para todos aquellos que rechazaran irse, fue cancelado a principios de abril, cuando el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llegó a un pacto con la ONU para que 16.000 personas afectadas por el plan se quedaran en Israel y la otra mitad fueran reubicados en países occidentales.
JOV (dpa, haaretz)