Islamismo en Alemania: un diálogo difícil
27 de septiembre de 2006
En Berlín comenzó la primera Conferencia Islámica con el objeto de mejorar las relaciones entre musulmanes y otras religiones y culturas. Las conversaciones iniciadas en Berlín han sido pensadas como el inicio de un proceso de diálogo de largo plazo. Un proceso que puede ser un precedente a nivel global. Bajo conducción del ministro del Interior, Wolfgang Schäuble, un total de 30 representantes de distintas organizaciones y de gobiernos musulmanes se reunieron con representantes del gobierno alemán para discutir las cuestiones más urgentes: mejorar la integración de las comunidades musulmanas en Alemania y el combate al extremismo islámico. También se busca un consenso para que pueda ser impartida la religión islámica en las escuelas y mejorar la formación de imanes musulmanes.
"No saben nada del Islam"
Schäuble manifestó en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, que los musulmanes en Alemania debieran sentirse como "musulmanes alemanes". El ministro cristianodemócrata evocó las tradiciones prusianas de tolerancia religiosa al formular una "solución alemana en la relación entre Estado y religión". Previamente al encuentro, cuatro organizaciones, las más grandes, criticaron la conformación de la lista de organizaciones invitadas. "Se encuentran una serie de musulmanes que ya no practican", dijo Mohamed Salim Abdulá, director del Instituto Soester del Archivo Islámico.
"Eso muestra que los políticos alemanes no saben nada del Islam, es como si se invitara a ateos a hablar sobre el cristianismo", dijo.
Sobre todo condenó que se invite a organizaciones críticas al Islam. "Los musulmanes practicantes podrían ofenderse, con lo que una conferencia de buenas intenciones estaría condenada al fracaso desde el comienzo", advirtió.
¿Quién es musulmán?
En todo el mundo existen 1.200 millones de creyentes en el Islam. Así como en el cristianismo hay diferencias teológicas y distintas maneras de ver el mundo entre católicos, ortodoxos y protestantes, el mundo islámico también se divide entre musulmanes sunitas, al que pertenecen un 90% de los creyentes, y schiítas, con un 9%. Ambos grupos a su vez albergan otras escisiones. La división se remonta a los orígenes mismos de su fé. Tras la muerte del profeta Mahomma, en el año 636, los hijos de su yerno, Alí, no lograron imponerse y se separaron de la mayoría, de ahí el nombre, pues Schiat Ali, significa el partido de Ali.
Afinidades y divergencias
Sin embargo, sunitas y chiítas observan los cinco preceptos del Islam, como son: reconocer la fé, practicar la oración, ayunar durante el Ramadán y peregrinar a la Meca. Adicionalmente los chiítas hacen peregrinaciones a los mausoleos de Alí y de su hijo Hussein en las ciudades sagradas de Nasaf y Kerbala. Los chiítas representan la mayoría poblacional en Irán, Irak y en Bahrain y también están representados por una numerosa comunidad en Kuwait. Sin embargo ambas corrientes islámicas se diferencian en el papel del clero. Mientras que los chiítas tienen una clara jerarquía religiosa bajo la autoridad del gran Ayatola, los sunitas no reconocen ese tipo de jerarquías.
Turcos en Alemania
Se estima que un 20% de la comunidad turca residente en Alemania son alauitas, un grupo influenciado por el islam chiíta que rechaza la obligación de observar los cinco pilares del Islam. En vez de ayunar durante todo el mes de Ramadán, ayunan diez o doce días en el mes sagrado de Muharraq. Alauitas pueden tomar alcohol y comer carne de cerdo, pero no comen carne de liebre ni de conejo. No necesitan mezquitas pues pregonan que es el corazón del hombre el templo de Dios. El eje del pensamiento y conducta alauita es la tolerancia frente a otras religiones y la humanidad. Promueven la existencia de un Estado democrático y secular.