Ir de fiesta, aprender, proteger el medio ambiente
28 de febrero de 2012En septiembre de 2008 abría sus puertas la primera discoteca ecológica del mundo. Que nadie se asuste: en el "Club Watt" de la ciudad holandesa de Rotterdam ni se va en sandalias ni se come cereales. Se trata de ir de fiesta, beber y bailar tanto o más que en cualquier otro local.
Fiesta hasta que salga el sol
Gracias un sistema de potentes muelles, una pista de baile electromecánica cede hasta dos milímetros bajo el peso de los clientes moviéndose al compás de la música. Como si de la dinamo de una bicicleta se tratara, la energía generada a partir del movimiento se transforma en electricidad. Un concepto de sostenibilidad que hace que el club "Club Watt" precise de hasta un 30% menos de energía externa que una discoteca convencional. Además, ha conseguido reducir una tercera parte sus emisiones de CO2.
Los clientes son también conscientes en todo momento de los efectos de sus evoluciones sobre la pista. Cuanto más rápido se mueven, con más intensidad iluminan las bombillas distribuidas por la pista de baile. Algo que también tiene un aspecto educativo: si uno es consciente de cómo puede por sí mismo generar energía, quizás también será capaz de pensar de otra manera sobre la electricidad.
"Proteger el medio ambiente debería ser divertido"
En Berlín, el club de música tecno "Tresor" ha hecho suyo el concepto de fiesta sin impacto sobre el medio ambiente: el pasado mes de enero acogió la tercera edición de la "Fiesta de Alto Voltaje". Los organizadores calcularon el volumen de emisiones de CO2 que supuso el evento e hicieron una donación a un proyecto de protección del medio ambiente que suponga un ahorro de emisiones de dióxido de carbono equivalente al CO2 liberado durante la celebración de la fiesta.
"Proteger el medio ambiente debería ser divertido", afirma Jaap van den Braak, de la empresa holandesa Sustainable Dance Club (SDC), corresponsable del concepto desarrollado por el "Club Watt". Un concepto con unos criterios de sostenibilidad que difieren del enfoque adoptado por el "Tresor" berlinés, es decir, protección del medio ambiente a través del comercio de emisiones de CO2. "Que yo sepa, el 'Club Watt' sigue siendo la única discoteca de Europa que puede calificarse verdaderamente de sostenible", asegura van den Braak.
Primera universidad neutral con el medio ambiente
El SDC ha desarrollado el proyecto de fiesta neutral con el medio ambiente junto con las universidades holandesas de Eindhoven y Delft. Junto con los locales en los que los estudiantes se divierten durante el fin de semana, la universidad es otro punto neurálgico para la gente joven. Un lugar en el que se pone de manifiesto que, en lo que respecta a la protección del medio ambiente, lo mejor es comenzar por uno mismo.
La Universidad Leuphana de Lüneburg, en Alemania, pretende convertirse de aquí a 2012 en la primera universidad en todo el mundo neutral con el medio ambiente. Los tejados de sus edificios ya cuentan con instalaciones fotovoltaicas encargadas de generar electricidad y una planta de gas natural suministra calefacción no sólo para el campus, sino también para una urbanización colindante.
Los estudios de Ciencias del Medio Ambiente forman parte del currículo académico desde 1996. Pero la protección del clima está presente también entre clase y clase: "En el comedor hemos instalado videoproyectores que muestran en cada momento cuánta energía se consume en los respectivos edificios universitarios", explica Wolfgang Ruck, profesor de Química del Medio Ambiente de la Universidad Leuphana.
La primera universidad ecológica de África
La Universidad Valley View de Accra, en Ghana, también se ha marcado un objetivo ambicioso: convertirse en la primera universidad ecológica de África. Colectores solares ya suministran energía a todo el campus y está previsto que un depósito almacene el agua de la lluvia para abastecer las cisternas de los lavabos.
En algunos servicios, incluso se prescindirá completamente del agua: "En primer lugar, se soluciona el problema de la escasez y, además, las sustancias orgánicas se utilizan para producir abono que irá a parar al campo", explica Emmanuel Kwandahor, de la Universidad Valley View.
"La consciencia es cada vez mayor"
"En los países del denominado Tercer Mundo, a menudo la protección del medio ambiente va asociada a la ayuda al desarrollo", afirma Richard Brand. Él es el encargado de coordinar la división alemana de "Solar Generation", un proyecto juvenil internacional de Greenpeace. En Kogelo, Kenia, "Solar Generation" instaló paneles solares en el tejado de una escuela para suministrar electricidad a ordenadores portátiles.
Los alumnos de la aldea en la que vive la abuela de Barack Obama pudieron de esta manera enviar un correo electrónico al presidente de Estados Unidos pocos días antes del inicio de la Cumbre sobre el Clima de Copenhague, el pasado mes de diciembre. Un correo en el que le exigían un mayor compromiso en la protección del medio ambiente.
"Solar Generation" no sólo pretende llamar la atención de los políticos expresando su inconformidad por el comportamiento de los poderosos respecto al medio ambiente. También busca sensibilizar al resto de jóvenes sobre la cuestión energética. Brand se muestra confiado: "La consciencia de los jóvenes sobre la necesidad de actuar contra el cambio climático ha aumentado claramente en los últimos años". Posiblemente también tenga algo que ver el hecho de que los fines de semana bailen hasta que sale el sol.
Autora: Nele Jensch / Emili Vinagre
Editor: Enrique López