Irán se está quedando sin personal sanitario
4 de septiembre de 2024Desde principios de agosto se han multiplicado las huelgas de enfermeras en Irán. El personal médico protesta contra las largas jornadas de trabajo, los bajos salarios y las horas extraordinarias obligatorias.
Las protestas comenzaron el 2 de agosto, tras la muerte de Parvaneh Mandani, una enfermera de 32 años de la provincia de Fars. La joven había muerto mientras dormía a causa del llamado síndrome de Karoshi, según los medios de comunicación iraníes.
El término japonés "karoshi" significa "muerte por exceso de trabajo". El síndrome es desencadenado por el estrés laboral, que provoca un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Muerte por exceso de trabajo
El caso de Parvaneh Mandani fue la tercera muerte súbita de una enfermera iraní en un mes y causó indignación en todo el país. A principios de septiembre se registraron protestas pacíficas en casi todas las grandes ciudades y en más de cincuenta ciudades de todo el país.
"El Gobierno ha prometido pagar rápidamente a las enfermeras los salarios pendientes y aumentarles el sueldo. Pero eso no será suficiente", afirma Hadi Yazdani en entrevista con DW. El médico vive en la ciudad de Isfahán, en el centro de Irán.
Desde hace tiempo, viene advirtiendo en medios de las consecuencias de la enorme carga de trabajo para las enfermeras. "Están emigrando, y muchas ya empiezan a aprender una lengua extranjera durante su formación", dice.
Destinos: Dinamarca y Alemania
No existen estadísticas oficiales sobre el número de profesionales de enfermería que han emigrado. Pero Ahmad Nejatian, director de la organización de enfermería de la República Islámica, confirma que la tendencia a emigrar se ha intensificado en los dos últimos años.
En una entrevista concedida el lunes (02.09.2024) a la agencia de noticias Fars, Nejatian advirtió de un éxodo masivo de personal de enfermería, que estaría emigrando sobre todo a Dinamarca y Alemania.
La iraní Fatemeh, de 28 años, tiene cuatro años de experiencia profesional y logró encontrar trabajo en Alemania, según cuenta a DW. Sueña con un futuro mejor y condiciones de trabajo justas: "Quiero vivir en un país donde no se violen mis derechos y donde pueda salir adelante con esfuerzo".
Futuro del sistema sanitario iraní
Al doctor Yazdani le preocupa el futuro del sistema sanitario iraní. "Cada enfermera que emigra es una pérdida inmensa", subraya, y añade: "No podemos reemplazarlas tan fácilmente".
El médico explica que la alta inflación, derivada de la actual crisis económica, también impulsa el éxodo. "Ningún aumento salarial puede compensar esta inflación", dice.
La inflación se ve avivada por la continua caída del rial, la moneda nacional, como consecuencia de las sanciones económicas impuestas al país. La moneda se ha depreciado enormemente frente al dólar estadounidense. Esto encarece considerablemente las importaciones.
Nuevo gobierno, viejas deudas
El nuevo ministro de Sanidad iraní, Mohammad Reza Zafarqandi, anunció a finales de agosto que defenderá los derechos y reivindicaciones de las enfermeras.
Al mismo tiempo, el cardiocirujano admitió que el nuevo Gobierno aún debe cerca de 170 millones de euros en salarios y primas pendientes al personal de enfermería. Esta suma se transferirá a sus cuentas en varias etapas. El presupuesto para ello procederá del Fondo de Desarrollo Nacional.
Este fondo se creó para utilizar una parte de los ingresos petroleros del país para el desarrollo económico y la inversión en proyectos no relacionados con el petróleo.
Según cifras oficiales, ya se han "tomado prestados" más de 100.000 millones de dólares de este fondo en los últimos años debido a la crisis económica, pero aún no se han devuelto.
El Gobierno financia el 40 por ciento de su presupuesto con los ingresos en dólares procedentes de las exportaciones de petróleo. Debido a las sanciones estadounidenses, Irán vende su petróleo por debajo del precio de mercado, por ejemplo, a China.
(vt/cp)