Inundaciones en Brasil: muertos, desaparecidos y desplazados
Al menos 29 personas han muerto en las graves inundaciones en el sur de Brasil y decenas de miles han tenido que abandonar sus hogares. La ayuda llega con dificultad. El gobernador habla de “catástrofe histórica”.
Agua, tejados y copas de árboles
Sólo se puede ver agua y tejados en esta zona del estado de Rio Grande do Sul, Brasil. Desde el lunes (29.04.2024), fuertes tormentas azotan la región y provocan inundaciones. Al menos 29 personas han muerto hasta el momento a causa de las inundaciones, informaron los medios brasileños el jueves (2.04.2024). 60 personas están desaparecidas, por lo que el número de víctimas podría aumentar.
Más de cien mil personas afectadas
A los afectados, el agua les llega literalmente hasta el cuello. Las fuertes lluvias inundaron regiones enteras y unas 150.000 personas abandonaron sus hogares. Además, según los informes, alrededor de 320.000 casas actualmente no tienen electricidad y más de medio millón de hogares se encuentran sin suministro de agua potable. Las autoridades han decretado el estado de catástrofe natural.
"Catástrofe histórica"
La desesperación está escrita en el rostro de esta mujer, que sostiene en brazos a dos gatos rescatados del agua. “Lamentablemente estamos asistiendo a una catástrofe histórica”, afirmó el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, quien pidió a los habitantes de su estado a buscar un lugar seguro.
Apoyo del presidente Lula da Silva
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, visitó la zona afectada por las inundaciones, acompañado por varios miembros de su gabinete de gobierno. Junto con el gobernador Leite, participó en una reunión de coordinación de las operaciones de rescate y prometió ayuda a los afectados: el gobierno apoyará a las autoridades de Rio Grande do Sul "al 100 por ciento", afirmó el presidente.
Ayuda con obstáculos
Pero la ayuda llega con dificultad a muchos lugares: muchas calles están inundadas y se producen deslizamientos de tierra en las regiones montañosas. Una presa se rompió parcialmente. Más de 100 comunidades se han visto afectadas por el desastre, sobre todo en el Valle de Taquari. Las inundaciones costaron la vida a 42 personas en septiembre pasado. Esta vez la situación es aún peor, afirmó Leite.
Aislados del mundo exterior
Ciudades enteras de Rio Grande do Sul están aisladas del mundo exterior. Las carreteras son parcialmente intransitables y, desde el martes (30.4.24), los vuelos con suministros de ayuda no han podido despegar hacia algunas regiones debido a la mala visibilidad. A menudo la comunicación tampoco es posible, porque se interrumpen las conexiones telefónicas y de Internet.
Rescate por aire
En la operación de rescate también participan los militares con servicios de emergencia, barcos y cinco helicópteros. Unas 100 personas fueron rescatadas. Los soldados también ayudan a despejar carreteras, distribuir suministros de ayuda y establecer refugios de emergencia.
"Nunca había visto algo así"
En varias ciudades, las personas y los animales domésticos fueron llevados a un lugar seguro en lanchas. No está claro si podrán regresar a sus casas. Hasta ahora, más de 4.600 personas han perdido sus hogares a causa de las inundaciones. "Nunca había visto algo así, todo está bajo el agua", dijo a la AFP Raúl Metzel, de 52 años, de la localidad de Capela de Santana.
Sin cambios a la vista
Se espera que las lluvias continúen en la región. Lula enfatizó que las inundaciones son el resultado del cambio climático. Brasil ha sufrido repetidamente olas de calor y fuertes lluvias. El calentamiento global provoca que estos fenómenos meteorológicos extremos se produzcan con mayor frecuencia e intensidad; actualmente incluso más, por el fenómeno climático El Niño.