Intervención de EE. UU. en Venezuela, ¿realmente una opción?
27 de febrero de 2019Estados Unidos colocó siete millones de dólares en la campaña presidencial chilena de 1970, pero eso no ayudó. A pesar de ello, el socialista Salvador Allende ganó las elecciones. En consecuencia, los militares debían derrocarlo antes de la investidura, sin embargo, también fracasaron. A eso siguieron operaciones encubiertas masivas de la CIA y Washington invirtió en ellas diez millones de dólares.
"Dejen que la economía chilena grite", dijo el presidente estadounidense Richard Nixon exhortando a sus asesores a desestabilizar la economía del país sudamericano. De todos modos, Allende permaneció en el poder. El último recurso: el golpe militar, apoyado política y económicamente por Estados Unidos, el 11 de septiembre de 1973. El indeseado gobierno chileno de izquierda fue derrocado y se entronizó a la derecha.
¿Se repite ahora la historia de Chile en Venezuela?
"Todas las opciones están sobre la mesa", dijo hace un mes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dirigiéndose a Caracas. El escenario de la entrega de ayuda fallida del pasado sábado (23.02.2019) hace que la opción de una solución diplomática al conflicto sea cada vez más improbable.
Entonces, ¿es más plausible, como consecuencia de eso, que se produzca una intervención militar estadounidense? "De ninguna manera", asegura el politólogo y experto en Estados Unidos Christian Hacke, "eso contradiría tanto la política exterior de Trump, con el proteccionismo como directriz, como el estado de ánimo en los Estados Unidos".
Trump no quiere quemarse los dedos en Venezuela
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se limitó a un apoyo verbal en un encuentro de mucha visibilidad con el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, en Bogotá. Estados Unidos permanecería junto a Venezuela el tiempo necesario, "hasta que se restablezcan la democracia y la libertad; no hay vuelta atrás". Para Estados Unidos, esto significa dejar sin aire al gobierno de Maduro con sanciones adicionales.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso ahora sanciones a los gobernadores de los estados de Apure, Vargas, Carabobo y Zulia, que fueron responsables conjuntamente del bloqueo de los suministros de ayuda, dejándolos sin acceso a sus cuentas en Estados Unidos, así como prohibiéndoles la entrada. "Seguramente, Estados Unidos también intensificará sus actividades de inteligencia secreta; sin embargo, Trump no querrá quemarse los dedos en Venezuela", considera Hacke.
Lucha de poder de los Estados Unidos contra China
"Venezuela se ha convertido en el escenario de un importante juego de poder", dice Josef Braml, experto en Estados Unidos de la Sociedad Alemana de Relaciones Exteriores. Por un lado, está el poder creciente y hambriento de energía de China y, por otro, Estados Unidos, que no toleraría la competencia en su llamado "hemisferio", explica.
El autor del libro "La América de Trump: a costa de la libertad" (en original: "Trumps Amerika - Auf Kosten der Freiheit") explica: "En la estrategia de seguridad nacional de diciembre de 2017 se calificó la presencia de China en América Latina como una amenaza de seguridad nacional para los Estados Unidos, que ese país combatirá por todos los medios, también militarmente. Es decir, una China que otorgó a Venezuela 62.000 millones de dólares en préstamos en la última década a cambio de petróleo y que está expandiendo gradualmente su influencia geopolítica en toda América Latina.
América Latina, el patio trasero descuidado
Por otro lado, Estados Unidos abandonó, en los últimos 20 años, a su autodeclarado "patio trasero". Ni el republicano George W. Bush ni el demócrata Barack Obama mostraron gran interés en la región, y China y Rusia utilizaron ese vacío hábilmente. Además, América Latina no olvidó el golpe militar en Chile, la lucha contra los sandinistas en Nicaragua ni el secuestro del gobernante de Panamá Manuel Noriega.
Esa es la razón por la que la propaganda antiimperialista de Nicolás Maduro aún surte efecto en Latinoamérica, y es también el motivo por el cual el presidente de Venezuela puede mantenerse en el poder a pesar de la represión, de una población que sufre de hambre y de una situación catastrófica de abastecimiento médico.
EE. UU. apuesta a una sola carta: las sanciones
Estados Unidos no quiere arriesgarse a un nuevo conflicto en la región y se apoya en el hecho de que, con las sanciones y la falta de ingresos del petróleo, Maduro pronto carecerá del dinero para pagar a los militares que todavía le son fieles. Si los militares cambian de bando, Maduro será historia: esa es la estrategia de Washington. Y al mismo tiempo, el camino se abre para Juan Guaidó, quien probablemente no tendría futuro político con una invasión.
"No veo por qué debería ser necesario guardar silencio y observar cómo un país se vuelve comunista por la irresponsabilidad de su gente", dijo una vez el exasesor de Seguridad de Estados Unidos, Henry Kissinger, sobre Chile. Medio siglo después, Estados Unidos está apostando por completo a las sanciones y espera, como anteriormente en Chile, que de ese modo su "problema" en Latinoamerica se resuelva por sí mismo.
(JAG/CP)
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