Integración en Alemania: demasiado por hacer
19 de diciembre de 2007Se trata de un documento de 294 páginas en las cuales se desglosan los muchos retos que Alemania tiene aún en materia de integración e inmigración. Para muestra basta un botón: en la página 65, el informe señala que “durante el lapso de referencia continuó la tendencia negativa presente desde mediados de los años noventa, en lo que a la capacitación técnico-profesional se refiere”.
Cifras elocuentes
Las cifras son elocuentes. “Las oportunidades para que jóvenes con trasfondo migratorio lograran ser encauzados hacia un posible puesto de trabajo continuaron decreciendo. Mientras en 1994 esta proporción específica se ubicaba en 34 por ciento, para el año 2006 disminuyó hasta llegar a 26 por ciento. Aunado a ello, la proporción de estos jóvenes en periodo de capacitación pasó de 8 por ciento en 1994, a 4,2 por ciento en 2006”, dice el reporte.
De acuerdo con el informe, la causa de este decremento es el nivel de educación, que por lo general es más deficiente que el de los jóvenes alemanes. "El punto de partida de los extranjeros en la búsqueda de un puesto de trabajo es, debido a este nivel más bajo de educación, una desventaja respecto de los educandos alemanes", continúa el informe.
Así, brindar una mejor educación y oportunidades a los inmigrantes es tan sólo un ejemplo que ilustra lo mucho que Alemania y las comunidades de inmigrantes deben hacer, cada uno en su medida y proporción, para que la integración deje de ser un mero objetivo.
Lista interminable
Por lo pronto, la lista de tareas pendientes parece interminable. El desglose continúa: 18 por ciento de los niños de familias inmigrantes interrumpen prematuramente su educación, cerca de 40 por ciento de los inmigrantes no cuentan con un título profesional, y 72 por ciento de los ciudadanos de origen turco que viven en Alemania no tiene una formación profesional.
En contraste, el porcentaje de ciudadanos con trasfondo migratorio que se ganan la vida de modo independiente casi se duplicó en relación a la de inicios de los años noventa.
En lo que respecta al mercado laboral, la situación se resume en el hecho de que “el riesgo de caer en el desempleo es el doble entre la población inmigrante que entre alemanes”.
Llamada de atención
El contenido del estudio es sin duda una llamada de atención al gobierno federal. Desde el punto de vista político, éste ha adoptado a la integración de los inmigrantes como una prioridad. Incluso, el verano pasado se llevó a cabo un encuentro auspiciado por las propias autoridades: la llamada Cumbre de Integración.
De ahí surgió la iniciativa para elaborar un Plan Nacional de Integración en el que participarían la federación, los estados federados y los municipios, así como organizaciones de la sociedad civil familiarizadas con la problemática de los inmigrantes en Alemania.
Pero, como lo demuestra el estudio, no se han producido resultados palpables. De no haberlos, "se corre el riesgo de que en las grandes ciudades comiencen a presentarse estructuras paralelas", admitió la ministra de Estado para Integración, Maria Böhmer.
En Alemania viven 15 millones de personas con « trasfondo migratorio » según reza el argot oficial. De ellas, la mitad posee ya la nacionalidad alemana. Pero, como se ve, la igualdad de oportunidades no va sellada en ningún pasaporte.