Innovador sistema láser saca provecho a compuestos del plástico
25 de diciembre de 2010System Powersort 200 es el nombre de la más efectiva tecnología desarrollada para el reciclaje del plástico. El proceso en cuestión es muy rápido: tras ser reducidas a hilachas, las botellas de plástico circulan a toda velocidad por una máquina de acero inoxidable como una barcaza en un fiordo caudaloso. Sin ánimos de llevar la metáfora muy lejos, al final las espera una suerte de cascada: las botellas caen dentro de una cavidad profunda en donde son expuestas a rayos láser cuya velocidad es de 10.000 kilómetros por hora.
Ninguna de las partículas que componen las botellas de plástico escapa al escrutinio de esos rayos láser; las “huellas digitales” ópticas de sus hilachas son analizadas para eliminar el policloruro de vinilo (PVC), el silicón, los materiales contaminados y cualquier otro componente indeseable para la futura reutilización del plástico. Lo que queda puede ser usado en un cien por cien para la fabricación de nuevas botellas. El profesor Gunther Krieg, fundador de la compañía Unisensor, explica cómo se concibió esta innovadora técnica.
“Botella por botella”
“En 1995, Coca-Cola se nos acercó y nos encargó el diseño de un sistema de reciclaje que redujera el tamaño de las montañas de desechos de plástico”, cuenta Krieg, quien desarrolló el proceso en cuestión junto a los ingenieros Dirk Fey y Jürgen Bohleber. “Estábamos ante un reto gigantesco que, a ratos, nos parecía imposible de superar”, agrega. La tarea se vio dificultada por las exigencias específicas del cliente y los crecientes costos –varios millones de dólares– de la experimentación emprendida para satisfacer a Coca-Cola.
La compañía de Atlanta estaba interesada en un sistema basado en el principio “botella por botella”; es decir, en un sistema que fabricara botellas de tereftalato de polietileno a partir de otras botellas de tereftalato de polietileno, sin desvíos. Satisfacer esa demanda ameritó quince años de arduo trabajo y nuevos procesos cada cierto tiempo, pero Unisensor está satisfecha con las cualidades que hacen del System Powersort 200 un mecanismo único en el mundo.
Una historia de éxito
“Este sistema puede hacer cosas que, en este instante, ninguna otra tecnología puede hacer”, comenta Dirk Fey. “Para la fabricación de botellas de tereftalato de polietileno suelen usarse sustancias que le dan un color amarillento. Esa sustancia no puede eliminarse de las partículas de plástico a través de ningún otro sistema”, acota orgulloso. Esa y otras ventajas han permitido que Unisensor, una mediana empresa de la ciudad alemana de Karlsruhe, se haya establecido sólidamente en el mercado internacional del reciclaje.
Coca-Cola fue la primera compañía en aplicar este sistema de reciclaje en Estados Unidos, pero otras ya han comenzado a darle uso a esta tecnología láser en México, Inglaterra, Austria y Suiza; en Alemania, Unisensor está en negociaciones con la industria de las bebidas embotelladas. El potencial es grande: solamente en Europa se recicla el 48 por ciento de todas las botellas de tereftalato de polietileno; eso equivale aproximadamente a unas 1,4 millones de toneladas de plástico reusable.
Más allá de las bebidas embotelladas
A mediano plazo se espera aplicar este sistema de separación de componentes y reciclaje a los desechos de la industria automotriz y a los de la chatarra electrónica. El hecho de que este producto haya sido desarrollado por una empresa familiar de medianas proporciones y de que la compañía en cuestión sea objeto de interés más allá de las fronteras alemanas, llena a sus trabajadores de satisfacción. El equipo que labora alrededor de Gunther Krieg ha recibido varios premios en los últimos años. Recientemente estuvieron nominados para el Premio del Futuro otorgado por la Presidencia Federal de Alemania.
Autor: Jan Bruck / dpa / Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López Magallón