Inmigración en la UE: el 2020 termina sin avances
14 de diciembre de 2020El ministro del Interior de Alemania, Horst Seehofer, como presidente temporal del Consejo de Ministros de la Unión Europea (CE), parecía confiar en que podría resolver la disputa sobre la política de migración y asilo que había estado en marcha durante cinco años. Como presidente del Consejo, quería lograr, al menos, una decisión política fundamental de los 27 Estados de la UE sobre cómo deberían ser tratados y distribuidos los inmigrantes en el bloque en el futuro. Pero nada de eso se hizo realidad.
En un balance sobre la cuestión del asilo que presentó la Presidencia alemana del Consejo este lunes (14.12.2020), se afirma que no hay consenso sobre ninguno de los puntos esenciales. Los ministros del Interior de los países de la UE aprobaron este aleccionador balance por videoconferencia. Las propuestas de reforma de la ley de asilo y migración que la Comisaria de Interior del bloque comunitario, Ylva Johansson, presentó en septiembre, pasarán ahora a la próxima presidencia portuguesa.
Nudo sin cortar
Seehofer se salvó de estar presente en este balance más o menos vergonzoso. Se dejó representar en la videoconferencia por su secretario de Estado, porque tuvo que ser puesto en cuarentena después de haber estado en contacto con un infectado por coronavirus. El "nudo gordiano" aún no ha sido finalmente cortado, según el secretario del Interior, Stephan Mayer. Pero los estados miembros han dado "pasos considerables", añadió. Sin embargo, los diplomáticos de alto rango de la UE lo ven de otra manera. "El tema de la migración tiene una carga ideológica, y es el problema más difícil de todos los que tiene actualmente la UE", aseguró un diplomático en Bruselas. El ministro de Relaciones Exteriores de Malta, Evarist Bartolo, no ve ningún progreso significativo a pesar de los esfuerzos de mediación de Alemania. "No estamos más cerca de lo que estábamos hace unos años", declaró Bartolo.
Pregunta central sin resolver
La cuestión clave acerca de si los inmigrantes que llegan a Italia, Grecia, España, Chipre o Malta deben distribuirse de forma justa y solidaria con los demás países de la UE, y de qué manera exactamente, no se ha resuelto durante años. Tres facciones luchan entre sí. Los llamados "Estados de primera línea", que, como primer país de llegada, son responsables de los migrantes y solicitantes de asilo, de acuerdo con las reglas aplicables de "Dublín", exigen ayuda a través de la distribución. Los países de Europa occidental, que actualmente acogen a la mayoría de los refugiados y solicitantes de asilo, no quieren acoger a más inmigrantes y a europeos del este. Los países de Europa del este, sobre todo Polonia, Hungría, la República Checa, Eslovaquia y Austria, no quieren aceptar ningún inmigrante, y como mucho están dispuestos a mostrar una "solidaridad flexible". Esto podría ser la provisión de personal o de dinero.
En sus propuestas, el ministro alemán del Interior y la comisaria de la UE respaldan una mayor protección de las fronteras exteriores de la UE, procedimientos de asilo directamente en los campamentos de la frontera, más repatriaciones, y los denominados "patrocinios de deportación". Se supone que países como Hungría o Polonia deben ayudar a deportar a los inmigrantes que están en Grecia, pero los gobiernos húngaro y polaco ya lo han rechazado por ser inviable. Todas las propuestas son controvertidas en detalle. Solo en la dirección general de proteger las fronteras y deportar a más personas hay una cierta convergencia de intereses, según señaló la Presidencia alemana del Consejo en la última reunión de ministros del Interior de este año.
En la práctica nada ha cambiado
Mientras los ministros discuten si, teóricamente, puede haber campamentos cerrados para inmigrantes, por ejemplo, en Grecia o España, donde están detenidos durante semanas para el procedimiento de asilo, en realidad, en los campamentos existentes los migrantes están viviendo momentos muy difíciles. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y organizaciones de ayuda como "Human Rights Watch" continúan informando sobre las malas condiciones en los campamentos de recepción griegos en las islas del Egeo.
En el campamento más grande de Kara Tepe, en Lesbos, alrededor de 7.500 personas todavía viven en tiendas de campaña no acondicionadas para el invierno, sin suficiente agua, instalaciones sanitarias ni electricidad. El gobierno griego estuvo construyendo el campamento en un antiguo campo de entrenamiento militar durante los últimos tres meses, después de que el campamento anterior, Moria, se incendiara, presumiblemente mediante un fuego provocado.
"Esto tomará años"
Italia y Malta se muestran reacios a acoger a los inmigrantes que son rescatados en alta mar. Según estimaciones de ACNUR, ese número de ingresos también está disminuyendo. Por otro lado, el número de migrantes en otra ruta está aumentando drásticamente. Mientras que los ministros del Interior de la UE han seguido discutiendo sobre los principios migratorios en los últimos seis meses, el número de refugiados, principalmente de África, que se trasladaron a las Islas Canarias (España) aumentó inesperadamente de forma acelerada. El gobierno insular de la isla de Canarias se ve abrumado con, al menos, 16.000 llegadas este año.
Un diplomático de la UE, que se ocupa del tema migratorio en Bruselas y quiere permanecer en el anonimato, se atrevió a hacer un pronóstico: "Ni siquiera la Presidencia portuguesa del Consejo Europeo resolverá el problema en los próximos meses. Esto tomará años". (ct/cp)