Informe secreto: por qué mataron a Menezes
11 de junio de 2006El informe, de la Comisión de Quejas de la Policía británica, cuya publicación en el dominical londinense News of the World intentó parar anoche la propia Comisión, revela que altos mandos de Scotland Yard supieron que habían matado a un joven inocente sólo horas después de que ése fuese acribillado a balazos en un vagón de metro, pero no se lo comunicaron al comisario jefe, Ian Blair, sino medio día después.
El informe prueba también, según News of the World, que funcionarios de Scotland Yard intentaron ampararse en el primer ministro, Tony Blair, para impedir que se llevara a cabo una investigación independiente de lo ocurrido y manipularon el registro escrito del desarrollo de la operación de vigilancia del sospechoso.
Otras revelaciones son que la policía no transmitió el aviso enviado por el equipo de agentes secretos encargados de seguir a Menezes en el sentido de que se trataba de un inocente y que se tardaron además cinco horas en enviar a agentes especializados, que lo habrían capturado vivo.
Un error de interpretación
Los agentes que actuaron en la última fase del seguimiento de Menezes, desde que el brasileño salió de casa y tomó el autobús hasta que bajó al metro en la estación de Stockwell, malinterpretaron para colmo la orden recibida de 'pararle' y entendieron que se les ordenaba 'matarle'.
Todo se debió en realidad a un trágico azar: el electricista brasileño vivía en el mismo bloque de apartamentos que otro sospechoso, y a las 4.30 horas del viernes 22 de julio, la Rama Especial de la Policía (conocida como SO12) montó una operación secreta de vigilancia sin llamar a los especialistas en armas de fuego de la división CO19.
Estos últimos sólo fueron despachados al lugar a las 9:30 cuando de Menezes dejó su casa y fue confundido por su tez morena con el hombre sospechoso de terrorismo.
Grave negligencia
El informe califica de 'fallo inexplicable' e importante factor en la muerte de Menezes el hecho de que en lugar de darle la voz de alto en ese momento se le permitiese seguir camino hasta el metro.
Según la fuente, el informe critica también como 'grave negligencia' el que el agente al frente del equipo encargado de vigilar al sospechoso no hubiese informado a sus superiores de que uno de los agentes descartaba que de Menezes fuera el que buscaban.
Otra revelación sorprendente, según el periódico, es que el análisis de sangre efectuado 'post mortem' indicó que de Menezes había consumido cocaína poco tiempo antes, lo que podría explicar la agitación que dijeron haber observado en él sus perseguidores.
Malas noticias
Según el periódico, lo peor, en cualquier caso, del informe para Ian Blair, que, casi un año después del suceso, se mantiene en su puesto al frente de la Policía Metropolitana, es la tardanza de doce
horas en recibir la noticia de que se había dado muerte a un inocente.
Una fuente próxima a la investigación dijo al periódico que la explicación más probable de esa tardanza es que a Blair no le gusta recibir malas noticias y que por eso no se atrevieron a confesarle lo ocurrido hasta el día siguiente.
No podían imaginarse, dice el periódico, que el comisario jefe, que, por el contrario, gusta de hacer declaraciones antes las cámaras de televisión, iba a aprovechar la primera oportunidad, camino del trabajo, la mañana siguiente, para ufanarse públicamente del excelente trabajo de su policía, que había matado a un terrorista suicida.