AI: China intimida a estudiantes en el extranjero
13 de mayo de 2024Hay miles de kilómetros entre los jóvenes de China y Hong Kong que estudian en universidades europeas o estadounidenses, y sus gobiernos de origen. Lejos y, sin embargo, amenazadoramente cerca. Rowan (nombre ficticio) dijo a la organización de derechos humanos Amnistía Internacional que le llegó este mensaje: "Estás siendo vigilada. Aunque estemos al otro lado del planeta, podemos localizarte".
Rowan es una de 32 encuestados, 12 de los cuales proceden de Hong Kong, a quienes Amnistía Internacional entrevistó en detalle para el informe "En mi universidad, tengo miedo". Para documentar la represión transnacional por parte de China en universidades extranjeras, la organización habló con estudiantes chinos en ocho países: Bélgica, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Países Bajos, Suiza, Canadá y Estados Unidos. Se guardó el anonimato de todos los entrevistados y las universidades, por su seguridad.
Amenazas contra familias en China
Rowan dijo a Amnistía que asistió a un evento, donde estaba estudiando, en el que se conmemoró la masacre de Tiananmen, acto prohibido en China y Hong Kong. Apenas unas horas más tarde, el padre de Rowan se puso en contacto con ella desde China: los funcionarios de seguridad le habían dicho que impidiera que su hija participara en eventos en el extranjero que pudieran dañar la reputación de China en el mundo. Rowan no le había dicho a nadie su nombre ni había informado de su participación en ninguna parte.
DW también habló con estudiantes chinos en Europa. Yongzhe (nombre ficticio) dijo a DW que antes de la visita del presidente chino Xi Jinping a París, las autoridades chinas amenazaron a quienes querían organizar manifestaciones y visitar a sus familias en China. Esto suele suceder a menudo.
Los propios familiares en China también están siendo amenazados, informó a DW Theresa Bergmann, experta en Asia de Amnistía Internacional en Alemania. "Hay, por ejemplo, amenazas de confiscar pasaportes, despedirlos de empleos, reducir las pensiones o restringir las oportunidades educativas si los estudiantes continúan implicándose en el extranjero". La conexión con el Gobierno es clara: "Estos intentos de intimidación provienen de funcionarios de la propia China".
Casos de represión se parecen
Bergmann destacó que los estudiantes son un grupo especialmente vulnerable debido a su estatus de residencia y su situación financiera. Amnistía no puede hablar por todos los aproximadamente 900.000 estudiantes chinos en el extranjero. Sin embargo, llama la atención que las declaraciones sobre la represión fueran similares, más allá de las fronteras nacionales, y coincidieran con casos previamente conocidos.
En 2021, la organización de derechos humanos Human Rights Watch documentó cómo se vigilaba y amenazaba a estudiantes chinos en Australia. En 2022, la organización de derechos humanos Safeguard Defender informó sobre comisarías de policía chinas ilegales en el extranjero, que tomaron medidas contra ciudadanos críticos allí. China lo negó.
En 2023, Deutsche Welle y la plataforma de investigación Correctiv informaron de cómo China vigiló de cerca a los becarios del China Scholarship Council (CSC) en Alemania y los disuadió para que no realizaran declaraciones críticas.
La vigilancia en línea juega también un papel muy importante. WeChat se considera una súper aplicación china, que comparte datos con el Gobierno. "Tenemos casos en los que se cerraron cuentas de WeChat o se bloqueó contenido, porque la gente habló abiertamente sobre las protestas”. Los estudiantes dependen de aplicaciones, permitidas por el Gobierno, como WeChat, que son vulnerables a la vigilancia, para comunicarse con familiares y amigos en China.
Miedo, presión, aislamiento
La vigilancia y la intimidación provocaron miedo entre los estudiantes chinos y de Hong Kong en el extranjero, informó Amnistía. El resultado es estrés psicológico e incluso depresión. "Busqué apoyo en el servicio de asesoramiento psicológico de la universidad para problemas de salud mental, pero tenían poco conocimiento del contexto chino y no pudieron brindarme un apoyo eficaz", dijo a DW el estudiante Xingdongzhe (nombre ficitio).
Algunos estudiantes han roto el contacto con sus familias para protegerlas, informó Theresa Bergmann. Casi la mitad de los encuestados tenía miedo de regresar a casa. Seis de ellos querían solicitar asilo en el país de estudio.
Los estudiantes se autocensuraron y aislaron, analizó la experta en Asia. No están seguros de si podrán confiar en otros estudiantes chinos o si los denunciarán a las autoridades.
Acabar con la represión
Amnistía Internacional pidió a China y Hong Kong que pongan fin a todas las formas de represión transnacional. Hay que cambiar las leyes que restringen los derechos humanos de los estudiantes en el extranjero.
Amnistía encuestó a 55 universidades y recibió 24 respuestas. Hay señales de que se está reconociendo el problema, afirmó Bergmann, pero queda mucho por hacer.
Julia Duchrow, secretaria general de Amnistía Internacional en Alemania, dijo: "Alemania tiene el deber de proteger a los estudiantes internacionales".
"Todos estamos tratando poco a poco de disfrutar en el extranjero de la libertad que tanto nos ha costado ganar", dijo Yongzhe. "Me centraré en las cuestiones de derechos humanos y espero que mi país mejore", dijo a DW. Hay muchos que piensan cómo él. "Eso me alienta”, declaró.
(rmr/ers)