“Hasta los animales menos inteligentes sufren traumas”
2 de enero de 2020El incendio en el zoológico de Krefeld parece haberse esclarecido. Tres mujeres declararon ante la Policía haber sido quienes lanzaron al aire los llamados "faroles celestiales", comprados en internet, que habrían caído sobre el techo del refugio de los treinta monos que murieron incinerados en la noche de Año Nuevo en Alemania.
A la científica Antje Engelhardt le preguntamos sobre las consecuencias de este desgraciado accidente para los primates sobrevivientes.
DW: ¿Lloran los animales a sus compañeros fallecidos?
Antje Engelhardt: Los monos son animales muy sociables. Su supervivencia depende de la ayuda de sus congéneres. Así como los humanos dependemos de los miembros de nuestra familia, ellos dependen de los suyos. Es probable que las circunstancias de su muerte les causen problemas a los animales que sobrevivieron.
Un accidente así dejaría rastros psicológicos en los humanos. ¿Qué pasa en el caso de los primates?
Los grandes homínidos, como los orangutanes, gorilas, chimpancés y bonobos, pueden sufrir traumas. Sin embargo, hay numerosos indicios de que otros animales también pueden sufrirlos. Un ejemplo: cerca de nuestra estación de investigación en Indonesia había un restaurante en donde se comía carne de perro. Los perros eran sacrificados a la intemperie. En alguna ocasión, un perro escapó al matarife y se refugió en nuestro campamento. El animal estuvo traumatizado durante meses. Pasado un tiempo, todavía seguía mirando a su alrededor para ver si algo inesperado podía sucederle. Incluso las criaturas menos inteligentes que los primates pueden sufrir traumas.
¿Se puede ayudar a los animales tras un accidente como el del zoológico de Krefeld?
Es difícil. Se puede continuar brindándoles un ambiente seguro y hacerles ver que se trató de una situación excepcional. Pero es difícil predecir si eso funciona. Que un entorno seguro deje de serlo, de un momento a otro, es una experiencia crítica.
También muchas personas quedaron consternadas después de la tragedia. ¿Cómo ve usted eso?
A mí me alegra la gran demostración de empatía. Científicamente, se puede decir que los primates son muy similares a los humanos, cognitiva y emocionalmente. Los humanos pueden identificarse, en particular, con los primates, y mostrar empatía hacia ellos. Sabemos cuánto podemos llorar por nuestras mascotas. Esto muestra cuán cercano puede ser el vínculo entre humanos y animales.
Durante mis estudios en el zoológico vi que había personas a las que les interesaban especialmente los primates, e iban allí solo por ellos. Algunos establecían una especie de relación con los animales, pero no estoy segura de que fuera correspondida.
¿Establecen también los primates una relación con los humanos?
En cierto modo sí. En la investigación de campo lo observamos todos los días. Los animales nos conocen. Algunos han crecido con nosotros. Hemos estado en nuestra estación de investigación desde 2006, más de diez años. No hay forma de evitar que los monos construyan una relación con nosotros.
Nuestra premisa es, en lo posible, no interactuar con los monos, ni en forma positiva ni negativa. Pero cuando un animal se da cuenta de que somos parte del grupo, ya entabla una relación con nosotros. Si para los monos esa es una vivencia positiva, depende, por supuesto, de las experiencias que hayan vivido con nosotros. Para los animales es, sobre todo, difícil que no nos parezcamos a ellos, pero, que, por otro lado, nos movamos con el grupo como si perteneciéramos a él. Por supuesto, esta también es una situación inusual. De alguna manera tienen que lidiar con eso.
Volviendo a Krefeld: ¿Qué piensa de mantener primates en un zoológico?
Yo misma estoy en contra de mantener simios encerrados en un zoo. Después de ver monos en la naturaleza, me resulta difícil ver cuán restringidos están en un zoológico. Los humanos prefieren la libertad al cautiverio, incluso cuando la libertad crea sus propios problemas. Me parece que no hay una diferencia con los primates.
¿Sufren los primates en cautiverio?
En parte. Por supuesto, que los animales que nacen en un zoológico y no conocen otro hábitat viven mejor que los animales de épocas anteriores que eran cazados y encerrados. Las condiciones en las que se mantienen son muy importantes. Pero cuando se observa, por ejemplo, que cuidan su pelaje de una manera exagerada, esa puede ser una señal de aburrimiento.
Su bienestar depende de muchos factores. Por ejemplo, del tamaño del espacio, de la comida, y especialmente en los monos surge la interrogante de si se aburren o no. Para estos animales, sobre todo para los primates, que son criaturas sociales, es importante si se mantienen solitarios o en grupos. Sin embargo, es difícil mantener a varios machos adultos en un grupo mixto. Todos los zoológicos tienen este problema: los machos también sufren si se les aísla.
¿Qué papel juegan los zoológicos en la protección de la vida silvestre?
En última instancia, la protección de especies en un zoológico solo tiene sentido si todavía hay un hábitat adecuado por fuera de sus instalaciones. Es por eso que creo que lo primero que debe hacerse es proteger los espacios silvestres, antes de proteger especies individuales en un zoológico.
La primatóloga Antje Engelhardt investiga y enseña en la Universidad John Moores en Liverpool, Inglaterra. Pasó varios años en Indonesia haciendo investigación de campo. Ella lidera el "Proyecto Macaca Nigra" para investigar y proteger a los macacos.
(jov/cp)
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