Imran Khan toma posesión como primer ministro de Pakistán
18 de agosto de 2018La canciller alemana, Angela Merkel, envió una felicitación a Khan, en la que le desea "una mano segura y mucho éxito". Con su toma de posesión, "asocio la esperanza de que su disposición a un diálogo de paz con los países vecinos dé frutos y Pakistán aporte a seguir estabilizando la región", agregó Merkel, sin mencionar directamente a Afganistán. Además, la canciller se comprometió a apoyar a Pakistán en su desarrollo económico, en la lucha contra el terrorismo, así como en el fortalecimiento de estructuras democráticas.
El presidente de Pakistán, Mamnoon Hussain, tomó el juramento a Khan, durante una ceremonia celebrada en el Palacio Presidencial de la capital paquistaní, Islamabad, a la que asistieron líderes políticos y militares, diplomáticos y exestrellas del deporte.
El político de 65 años pone fin a décadas de alternancia en el poder de la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N), del encarcelado ex primer ministro Nawaz Sharif, y el Partido Popular de Pakistán (PPP), de Bilawal Bhutto. "Yo, Imran Khan, juro solemnemente que soy un musulmán y creo en la unidad y finalidad del todopoderoso Alá. Yo, con la mayor sinceridad, seré leal al país", afirmó Khan ante el presidente del país.
A la ceremonia asistieron las máximas autoridades del país, entre ellas el jefe del poderoso Ejército, Qamar Javed Bajwa, y el primer ministro interino, Nasir ul Mulk. La tercera esposa de Khan, Bushra Maneka, también estuvo en el evento, cubierta totalmente por un traje blanco con velo y sin que se le viese la cara. Además, participaron en al acto varios de los jugadores de críquet que ganaron la copa del mundo de 1992 con la selección capitaneada por Khan, al igual que el indio Navjot Singh Sidhu, rival en los terrenos de juego del ahora primer ministro.
"Vergüenza" y "austeridad"
Tras la jura del cargo, Khan fue recibido por una guardia de honor en la residencia del primer ministro, que prometió convertir en un espacio público y donde no residirá porque le daría "vergüenza", según anunció tras su victoria electoral. De igual forma, el partido Pakistán Tehreek-i-Insaf (PTI), o Movimiento por la Juticia, de Khan, anunció durante el acto de juramento que el banquete de nueve platos que tradicionalmente se ofrecía tras la toma de posesión se ha reducido a un "tentempié" en una nueva política de "austeridad".
El político fue elegido la víspera como primer ministro por la Asamblea Nacional (NA) con el apoyo de 176 de los 342 diputados que forman la Cámara Baja del Parlamento del país asiático. Su principal rival, el líder de la Liga Musulmana de Pakistán PML-N, Shehbaz Sharif, logró 96 votos.
El PTI ganó la mayoría de los escaños (158) en las elecciones legislativas del 25 de julio. Sin embargo, no logró la mayoría absoluta, por lo que necesitó el apoyo de varios partidos pequeños con vínculos con el poderoso Ejército paquistaní. La sesión parlamentaria fue un acto caótico protagonizado por las protestas de la oposición para protestar por un supuesto fraude electoral.
Khan, sin experiencia de Gobierno, repitió en su discurso tras ser elegido mandatario las ideas de su campaña para las elecciones con un mensaje anticorrupción y avisó de que impondrá un sistema de responsabilidad del que no escapará nadie. Lejos del tono conciliador del día que ganó los comicios, Khan prometió que llevará ante la justicia a "los que han saqueado el país" y llevado el dinero de "la educación, los hospitales y el agua" fuera de Pakistán, en referencia a los Gobiernos anteriores.
Fuerte influencia militar
Los comicios de julio estuvieron plagados de denuncias de fraude, con un anuncio de los resultados que se retrasó más de dos días y acusaciones de varios partidos de que sus representantes fueron expulsados de colegios electorales durante el recuento. Durante la tensa campaña electoral, partidos y grupos de derechos humanos denunciaron presiones por parte de "los poderes establecidos" (alusión a los militares) a la prensa y algunos candidatos para favorecer al PTI.
Esta es la segunda vez en la historia del país en la que un Gobierno acaba un mandato electoral completo y da paso a uno nuevo, después de que lo consiguiese el ahora opositor PPP en 2013. Pakistán ha sido gobernado por dictaduras militares la mitad de sus 71 años de historia.
El antecesor de Khan, Nawaz Sharif, cumple actualmente una pena de diez años de prisión después de haber sido destituido y condenado por acusaciones de corrupción. Algunos juristas creen que el Ejército y la Justicia actuaron en connivencia para desbancar a Sharif y aupar al poder a Khan: Sharif, quien fue tres veces primer ministro, sin agotar nunca su mandato, es considerado como un enérgico defensor de la supremacía civil, lo que le habría valido la animadversión del Ejército.
rml (dpa, efe)
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