Hungría preside la UE bajo severas críticas
7 de enero de 2011Aunque Budapest asumió las riendas de la Unión Europea (UE) hace pocos días, todo apunta a que el “semestre húngaro” vendrá cargado de turbulencias. Este jueves (6.1.2011), en una ceremonia celebrada para dar inicio simbólico a la presidencia rotativa de la UE –que comenzó oficialmente el 1º de enero–, el primer ministro en funciones belga, Yves Leterme, entregó la bandera europea a su homólogo húngaro, Viktor Orban, un conservador de 47 años cuya política interior ha sido objeto de severas críticas y motivo de una discordia de alcance continental.
Acusaciones de discriminación impositiva
El mandato húngaro se ve ensombrecido por los llamados a que el actual Gobierno de Budapest sea sancionado por la arbitrariedad de sus decisiones. Por un lado, grandes compañías europeas han protestado por los impuestos extraordinarios que gravan a empresas extranjeras en Hungría. Por otro, la ley de medios que entró en vigencia este 1º de enero –descrita como una “ley mordaza”–, está siendo estudiada cuidadosamente en Bruselas para verificar si la misma restringe la libertad de prensa en el país.
Los socialdemócratas en el Parlamento Europeo han anunciado que, si así fuera, exigirán sanciones económicas y una suspensión del derecho a voto de Hungría en la UE, una medida que supondría un duro golpe para ese país debido a su precaria situación financiera. De hecho, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, viajó este viernes (7.1.2011) a Budapest para buscar una solución a los conflictos que mantienen a Hungría enfrentada con países como Francia y Alemania.
Orban, criticado de antemano
En lugar de mostrarse dispuesto al compromiso, el primer ministro húngaro no deja de atacar verbalmente a sus críticos. Orban ha enfatizado más de una vez que sólo modificará su ley de medios si otros Estados europeos reforman las suyas; y es que, a sus ojos, la ley húngara no incluye un solo pasaje que no se encuentre también en las de otros países de la UE. “Admito abiertamente que éste no es un buen comienzo”, señaló el propio Orban este 6 de enero.
En Bruselas y otras capitales europeas surge la pregunta de si Hungría –que se integró a la UE en 2004, junto a otros nueve países– está realmente en capacidad de dirigir al bloque comunitario; al fin y al cabo, la presidencia de la UE no sólo está vinculada a las dignidades protocolares, sino también a obligaciones políticas. Mientras tanto, hasta donde se lo permiten los debates que protagoniza dentro y fuera del territorio húngaro, Orban se prepara para enfrentar los retos propios del cargo en que se acaba de estrenar.
Las metas del “semestre húngaro”
“Nuestra prioridad será la economía”, adelantó el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Janos Martonyi. Budapest deberá apaciguar la voracidad de los mercados internacionales y hacer frente a posibles nuevos ataques contra el euro. Además, deberá trabajar con los expertos en derecho comunitario con miras a aplicar los leves retoques que el Tratado de Lisboa necesita para darle carácter permanente al fondo de rescate para el euro, tal como lo pidió la canciller alemana, Angela Merkel, en la última reunión del Consejo Europeo.
Se calcula que el trabajo de engarce legal del fondo de rescate culminará en marzo y que el mecanismo en cuestión entrará en vigor en 2013. Otro punto importante durante el “semestre húngaro” será la negociación de los 27 socios de cara a las Perspectivas Financieras –el presupuesto plurianual del bloque– para el período 2014-2020. Numerosos mandatarios de la UE, liderados por el primer ministro británico, David Cameron, pidieron que a partir de 2014 el presupuesto comunitario quede “congelado”, que no sea objeto de incremento alguno.
Expandiendo la UE
Según los analistas económicos, esta solicitud incomoda sobre todo a países de Europa Oriental, como la propia Hungría, porque atiza el temor a que las ayudas recibidas de Bruselas se vean restringidas en el futuro cercano. Aún así, Orban contempla darle un nuevo impulso a los planes de crecimiento del bloque comunitario, concluyendo las negociaciones para integrar a Croacia a la UE y propiciando nuevas adhesiones. No por nada se ha dicho que Hungría ha hecho mucho para acercar a Europa del Este y a Europa Occidental.
Está por verse si este proyecto de expansión comunitaria es recibido con menos resistencia en Europa que las leyes aprobadas por el Gobierno conservador de Viktor Orban en territorio húngaro. En lo que se refiere al protocolo de las presidencias semestrales de la UE, poco cambia: las reuniones del Consejo Europeo –las cumbres– se celebrarán en Bruselas y los consejos informales se llevarán a cabo en el palacio real de Godollo, a unos 40 kilómetros al noreste de Budapest, famoso como atracción turística tras haber sido habitado por el emperador de Austria, Francisco-José, y por su consorte, la princesa “Sisi”.
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa
Editor: Pablo Kummetz